Susana Díaz hace tiempo que tan solo tenía a su paisano, Felipe González como referente del PSOE a nivel estatal. Pedro Sánchez por otro lado tenía a Ciudadanos como única comunicación con el Partido Popular desde antes incluso de las segundas elecciones. Entre las cúpulas personales de las distintas guardias de los partidos con representación en las cortes existía una comunicación limitada por la misma prudencia política. Sin embargo, los cuadros medios de cada uno de los partidos, que son una especie de contra-poder en los que operan desde intereses personales hasta jarrones chinos si que existía comunicación, interna y externa. Y existía una red externa que trataba de marcar de formas cutres la agenda de formación de gobierno desde antes de las elecciones de Diciembre del 2015.

Quien pudo ver la entrevista de Pedro Sánchez en Salvados pudo tener un resumen completo de cosas que nadie ocultaba en ningún momento. Se intenta ridiculizar desde esos mismos cuadros y los propios medios de comunicación, la tesis que el ex-secretario general del PSOE vislumbró de forma penosa cuando fueron los propios presidentes de patronales y empresas, incluso de instituciones públicas como la policía nacional los que de forma pública en modo de ruedas de prensa, manifiestos, o directamente chantajes públicos acusaban a determinadas fuerzas de peligrosas e instaban a la formación de determinados gobiernos según la propia situación.

El mismo Cesar Alierta, señalado por Sánchez y Évole, que señalaba hace poco que Telefónica subiría las tarifas de Internet, para abandonar la empresa recientemente tras 16 años en los que compartió mesa y despachos con destacados imputados privilegiados del Partido Popular y fundar junto al Papa Francisco la fundación Profuturo, en cooperación educadora con África y América Latina, terminó señalando sobre la situación política que "Estoy convencido, porque lo sé, que cuando haya nuevo gobierno va a venir una inversión espectacular a España" también delante de las cámaras, en la presentación del proyecto Open future en Huesca, cita donde Villar-Mir, presidente de OHL exigía además una gran coalición explicando abiertamente y en representación del Ibex "Lo importante de verdad es que no se nos dé la presencia de Podemos, porque eso desajustaría la economía". Esto todavía no es ficción. Son hechos objetivos y contrastables, aunque he de recurrir a la ficción para poder dar una explicación al reciente culebrón del PSOE.

Como decribe Pedro en La Sexta Habían ciertos poderes presionaron al PSOE para evitar un gobierno 'a la valenciana' en la investidura y tratar de ocultar algo tan evidente con retórica es posible a nivel mediático pero bastante peregrino intelectualmente. Aunque siempre podemos recurrir a llamar conspirador a quien suma uno mas uno y tiene dos si los demás podemos demostrar retóricamente que son tres.

De todas formas, la mayor parte de la militancia del Partido Socialista se chupa el dedo pero no tanto y ahí es donde el propio PSOE, González incluido ha sido mas listo que estos mismos poderes. No existe grupo de influencia mas superviviente en el poder actualmente que el PSOE, con el permiso de la corona y el PNV. Y la idea que tenemos es que acaba de suicidarse delante de todo el mundo pero parece difícil de pensar que un grupo de gente que se juega tantos intereses personales sean capaces de legar a un Arakiri gratuito sin un plan B. A todos los que han narrado con pelos y señales los detalles de aquel golpe palaciego les faltan demasiados datos así que han tenido que recurrir al relato ficticio y eso es lo que precisamente busco a continuación, buscar una explicación alternativa a la simpleza que nos han presentado durante este 2016 desde la pura ficción creativa.

Sánchez matará el 'efecto podemos' con su propio 'efecto podemos'

La situación antes de las elecciones gallegas de 'triple amenaza' del PSOE fue totalmente distinta a la de hoy. Primero y mas importante que nada, el futuro de Pedro Sánchez y el de los de la cal viva estaba unido respecto a esta investidura. Tenía entonces tres posibles soluciones. Votar no y forzar una alternativa, forzar elecciones en su defecto con un congreso para defender una postura unitaria, o dejar gobernar al PP por activa o por pasiva. Si el PSOE salía de esa, Pedro salía de esa, si el PSOE caía pedro caía, y por algún extraño impulso personalista o bien de principios Sánchez no estaba dispuesto a caer por España.

Sánchez resistió a la persecución de Prisa con un dato del CIS escalofriante, según su estudio la abrumadora mayoría de los encuestados prefería un gobierno alternativo al PP incluso entre los votantes del PSOE. Hacía falta un plan C, que permitiese una salida hacia adelante de todo el mundo. Entre los mal llamados cuadros medios, quien sabe si a un trabajador raso o a un jarrón chino se le ocurrió la táctica perfecta que muchos incautos han calificado de suicidio político. La forma ordenada de quitar a Pedro de en medio por el bien de Pedro y del propio PSOE. Es borrosa la escena para saber si Díaz fue marioneta o capataz en esta operación pero la idea era recurrir a uno de sus famosos golpes palaciegos andaluces.

Había que crear a un villano en este culebrón, un malvado que no podía ser Susana puesto que ya había calentado a la militancia de su propio partido. El perfil tecnócrata de Javier Fernández lo hacía el candidato perfecto, así que como ya conocemos, tras el golpe de efecto, conocido de antemano o no por Sánchez, González le pidió personalmente a Fernández que se quemase el para salvar la imagen de Susana Díaz. Y este mismo replicó con disciplina militar que estaba dispuesto a comerse los palos del partido.

Ante este villano, aquel hombre que no se plegó una vez a los poderes tendría margen para huir espectacularmente de tal decisión declarando la guerra no al partido, sino a la gestora y todo el villanismo que representa, para prometer regresar del cementerio político como Felipe a su edad, dando un golpe de efecto y con la militancia a favor trae la revolución al PSOE que consigue su particular efecto Podemos tras una breve travesía hacia ninguna parte. Y tras traernos el problema y la solución el propio PSOE, un pacto firmado antes del inicio del espectáculo de no agresión entre unos y otros que diese con el gestor Javier Rodríguez de patitas en el consejo de administración de cualquier de las empresas del Ibex traerán con el líder Sánchez al PSOE de nuevo a la izquierda, dándole además un poco de aire electoral al partido por la izquierda que recuperaría por enésima vez en 40 años su espíritu socialista. Es decir, patada al problema. No fue Pedro Sánchez sino el malvado gestor quien se arrodilló al Partido Popular, ergo, el regreso de Pedro Sánchez será el regreso de la izquierda al partido aún con los cuadros idénticos a los del día de hoy, con quizás algunas modificaciones en las fotos y en los carteles, con Sánchez se olvidará todo este espectáculo, regresará la verdadera izquierda y aquí no ha pasado nada. De esta manera, con o sin Errejón, Sánchez matará el 'efecto podemos' con su propio 'efecto podemos' inflado, como el primero, por los escarmentados poderes mediáticos y quien sabe si promocionado por los de momento malvados consejos de administración.

Como se ha introducido todo esto es una ficción, con mucha parte rocambolescamente e inventada por el autor que escribe, sin embargo es tan creíble como mínimo como la versión oficial de los hechos. Es decir, el suicidio político gratis sin un colchón que pueda respaldar su propia militancia.

Había que crear a un villano en este culebrón, un malvado que no podía ser Susana puesto que ya había calentado a la militancia de su propio partido