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Por J. Modesto Rodríguez
Evidentemente a los gobiernos en nuestros países, por los resultados de la gestión y por sus estilos de accionar, podemos aventurarnos a decir que les ha faltado creatividad. Que las sociedades que gobiernan viven un círculo vicioso. Otros prefieren señalar que les ha faltado voluntad "voluntad política" para responder a los requerimientos sociales. Lo cierto es que no por lo afirmado, sino por los hechos, por los resultados, no han encontrado respuestas a los principales problemas que abaten a sus sociedades, yo me arriesgo a decir que no han encontrado o no la han estado buscando, las soluciones que requieren sus gobernados. Muchos de esos problemas, seculares, se han convertido en deudas sociales históricas de la gestión política.Salvo las caras nuevas que llegan a los Palacios, en su accionar, todos repiten las acciones del que han sucedido, excepto que en los aspectos de corrupción y crimen unos aventajan a otros. Por otro lado la maquinaria llamada "Partidos Políticos" han envejecido, se han quedado atrapados en el pasado y en su propia dinámica en círculos. Su propia existencia ya no es vinculante ni al interior ni al exterior.Este intento de realizar una fotografía política, podemos verlo en gobiernos de muchos países-con escasas y honrosas excepciones- evidente por demás.Uno de los gestores presidenciales que podemos aislar del montón, es el caso de "Pepe Mujica" en Uruguay. Reconocido por organismos, personalidades y sociedades como un gobernante excepcional.Nuestros políticos han caído en una rutina. No encuentran o posiblemente no buscan, las soluciones que se espera de ellos. Ejercen una política a la que llamamos "Gobierno de formulario", un accionar esquemático, frío, aislado, coyuntural, populista.En la República Dominicana, donde nacimos y vivimos, esto del "Gobierno de formulario" podemos verlo más de cerca.Cada 4 años, solo cambian las caras de los funcionarios del gabinete y del presidente electo, si es que no se habrá reelegido. Todo lo demás, las instituciones, los reglamentos, las leyes, los códigos, todo es viejo, y el "formulario" de gestión, es el parámetro utilizado para realizar el "Gobierno de Formulario", carente de creatividad y de respuestas a las necesidades nacionales. Por eso fracasan. Porque los pueblos y sus necesidades evolucionan, pero la mentalidad de los políticos y sus herramientas de trabajo se queda estacionaria en el tiempo. Hay quienes se arriesgan a decir que muchos de nuestros políticos en el gobierno y en la oposición son "osarios de museo". Y parece que aunque exagerado, en ocasiones tienen razón.El discurso, "simple retórica populista", vacía, sin vínculos con las expectativas nacionales. Hay quienes hablan del agotamiento del esquema fundamental de los partidos políticos, junto con sus doctrinas y enfoques globales, en vista de que no alcanzan a estructurar las respuestas que necesitan las sociedades.Si vemos los Ministerios, lo mismo, nada de creatividad. Los mismos anuncios, el mismo accionar. Sólo cambia el rostro del que hace los anuncios gubernamentales. Si es en las direcciones generales centralizadas o descentralizadas, lo mismo. Solo podemos ver algunas variantes y no de mucha importancia, cuando el jefe del Estado reúne el Gabinete y anuncia una nueva " ¿política?" ; política que muchos funcionarios atrapados por el "viejo formulario", se niegan en los hechos, a ejecutar", lo que indica que vivimos un "círculo vicioso" en el Caribe y Latinoamérica y en muchos pueblos europeos incluso.Lo que sorprende en el caso dominicano, es que los funcionarios incumplidores, no son removidos de sus cargos, porque la presión del Partido en el poder es mayor que la fuerza del Presidente para quitar al que no llene las expectativas de su gobierno. Política económica y monetaria, vemos lo mismo, salvo el crecimiento inflacionario, el juego de lanzar dinero o recogerlo y dictar una tasa de cambio, pero pocos se arriesgan a programar negocios de largo plazo con políticas inestables y coyunturales, por eso escasean las inversiones y abunda el ocultamiento de capitales en los bancos o su simple repatriación en busca de rentabilidades.Lo político- social, igual, el reparto selectivo y la dádiva. Eso se activa más en estos tiempos navideños en que la exposición de la pobreza y del hambre es más evidente y notoria. Con una cajita de una comida anual, con la foto del aspirante a repetir el ciclo, se apacigua el descontento de algunos miles, para evitar que estos, inunden las calles de la capital y se asomen cerca de donde descansan los pies de los políticos y sus secuaces de los sectores de poder económico, que habitan en las altas torres y los barrios exclusivos, y así evitar su propia vergüenza, su propio fracaso conjunto, si es todavía la vergüenza, una virtud de la existencia.
Política legislativa, la vemos sin creatividad; su dinámica, casi una rutina, conocer documentos y levantar las manos aprobando o rechazando, pocas veces las propuestas son modificadas para adaptarla a las necesidades nacionales, al interés general; Política judicial, lo mismo, incluso con el agravante de que la desconfianza del pueblo se acrecienta hacia este poder del Estado, igual que hacia el Poder Legislativo. Resultado, el "Gobierno de formulario" y la gente se queda con las manos arriba, esperando..... Cuando llegue de nuevo el tiempo de elegir a "los otros", hacemos lo mismo, escoger a nuestros verdugos, repetir el ciclo y volvemos a lo mismo, al círculo vicioso en que vivimos todos como resultado del desgastado "modelo democrático".