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Los Paralímpicos son Juegos para discapacitados y han servido para que la sociedad se haga consciente del gran esfuerzo que realizan los minusválidos, y ver el mérito de estos jóvenes deportistas
Son acontecimientos deportivos con deportes de competición para discapacitados que suelen celebrarse un mes más tarde que los tradicionales Juegos Olímpicos y han sirven en gran medida para que la gente se aperciba del gran esfuerzo que realizan los discapacitados, muchas veces discriminados, y ver el espírtu de estos jóvenes deportistas que encuentran un camino de realización personal en el mundo del deporte.
Cuando el deporte no es un negocio, ni es dopaje ni violencia ni récords insólitos, cuando no se asocia con sueldos millonarios ni con una tensión neurótica, cuando no es alienación y se convierte en herramienta liberadora, se descubre que capacita al hombre para una vida mejor. La práctica deportiva es útil cuando desempolva sus objetivos más pedagógicos y se convierte en vehículo de comunicación y divertimento en compañía y en el caso de las personas con discapacidad las acerca al resto de la sociedad. Tal es así que los videntes y pacientes de retinosis pigmentaria utilizan el deporte como ocio y cooperación.
Euskal Herria (Vasconia) en los juegos de Atlanta'96 obtuvo 17 medallas y en Sydney'2000, 13. Entre los deportistas que se mueven en la élite debemos resaltar en atletismo a Javier Conde con un palmarés inigualable. Cuenta con 6 medallas de oro en los Juegos de Barcelona 1992 en las distancias de 800, 1.500, 5.000 y 10.000 metros, dos medallas conseguidas en Atlanta 1996 en las pruebas de cinco kilómetros y de maratón, y en Sydney el fondista vizcaino amplió a ocho su colección de metales paralímpicos, al alcanzar la plata en los 5.000 metros T46, con un tiempo de 14:53.01, y la medalla de oro en el Maratón T46, con un tiempo de 2:32.02. Es el único atleta que ha conseguido tres triunfos paralímpicos consecutivos en la mítica distancia. Asimismo el atleta Joseba Larrinaga obtuvo la de plata en Atlanta y fue cuarto en Sydney.
En natación destacamos otros dos grandes del deporte paralímpico vasco, los guipuzcoanos Sara Carracelas (en Atlanta tres oros y en Sydney un oro, una plata y un bronce) y Richard Oribe con un excelente palmarés (debutó muy joven en Barcelona; en Atlanta tres oros y un bronce; en Sydney obtuvo cuatro medallas de oro).
A parte de estos deportistas, podemos mencionar el resto que acudieron a las últimas ediciones paralímpicas. En Atlanta fueron trece los componentes del equipo de Euskadi, atletas que formaban parte de clubes de Gipuzkoa, Bizkaia y Navarra, con distintos grados de discapacidad, formando parte de los deportes del ciclismo -con Josetxu Pedrosa al frente-, natación -Ibai Herbas, Santiago Flores y el navarro Juantxo Fuertes con varios records estatales y del mundo en su palmarés-, atletismo, boccia- Yolanda Martín y Miguel Angel Gómez- y fútbol.
Por su parte fueron 16 los deportistas vascos que acudieron a los Juegos Paralímpicos de Sydney, y lograron un balance final de seis medallas de oro, cuatro platas y dos bronces, a los que hay que añadir siete diplomas.
2016, Río:Los equipos paralímpico internacionales desfilaron en Maracaná, con un abanderado al frente
El arrancar de un paraolímpico es siempre difícil, y la frase “No. No puedo. Es superior a mis fuerzas”, casi normal, en un montón de situaciones distintas. En los Juegos Paralímpicos estas frases están superadas. Se trata de deportistas con una minusvalía importante pro con una voluntad aún máyor que decidieron, un buen día, desechar esas expresiones negativas y que suponen más cerrar puertas que abrirlas.
Desde el pasado día 7, los Juegos de Río 2016 están oficialmente inaugurados, pero en su versión este año ha sido menos mediática, la que menos focos ha atraido, no por cuestión de mérito, sino más por una cuestión económica. Faltaba presupuesto, lo cual nom sólo esinjusto sino ridículo como muchas cosasen los primeros juegos de este comntinente.
En los Juegos Paraolímpicos, las grandes marcas históricas no están al alcance de estos deportistas. Ellos sí logran dar todo de sí mismos y exponer todo el sacrificio acumulado durante años de entrenamiento sin las mejores condiciones disponibles.
Ser deportista paralímpico significa el mismo compromiso con el deporte, pero derribando más barreras que un olímpico. Por eso, los 12 días que dura esta otra versión de la mejor competición deportiva del planeta merece también toda la atención de los medios, aunque el seguimiento televisivo es menor y eso también impide dedicarle el mismo número de horas
Dentro de esta categoría del deporte, no podemos olvidarnos de citar a Oscar Pistorius, el atleta sudafricano que acabó convirtiéndose en toda una estrella mundial por lograr ser el primer doble amputado que lograba clasificarse para unos Juegos Olímpicos, los de Londres 2012, donde se clasificó para las semifinales de los 400 metros y logró el diploma olímpico al competir en la final del relevo 4×400 juntos a tres compatriotas suyos.
Lamentablemente, después de su mayor logro deportivo, asesinó a su novia, Reeva Stenkamp, y ahora cumple una pena de seis años de prisión, por lo que todo lo bueno que consiguió en el tartán está irremediablemente manchado para siempre. Sólo puede quedar el consuelo de que la vía deportiva que él abrió pueda ser aprovechada por otros deportistas paralímpicos.
Los vascos participantes este año son once : la triatleta Rakel Mateo, los nadadores Ander Romarate e Íñigo Llopis; los jugadores de baloncesto José María Avendaño, Asier García y Rubén Viso; el ciclista Amador Granados, el esgrimista Alexander Prior y el atleta Asier Aguirre.L
Euskal Herria (Vasconia) en los juegos de Atlanta'96 obtuvo 17 medallas y en Sydney'2000, 13. Entre los deportistas que se mueven en la élite debemos resaltar en atletismo a Javier Conde con un palmarés inigualable. Cuenta con 6 medallas de oro en los Juegos de Barcelona 1992 en las distancias de 800, 1.500, 5.000 y 10.000 metros, dos medallas conseguidas en Atlanta 1996 en las pruebas de cinco kilómetros y de maratón, y en Sydney el fondista vizcaino amplió a ocho su colección de metales paralímpicos, al alcanzar la plata en los 5.000 metros T46, con un tiempo de 14:53.01, y la medalla de oro en el Maratón T46, con un tiempo de 2:32.02. Es el único atleta que ha conseguido tres triunfos paralímpicos consecutivos en la mítica distancia. Asimismo el atleta Joseba Larrinaga obtuvo la de plata en Atlanta y fue cuarto en Sydney En natación destacamos otros dos grandes del deporte paralímpico vasco, los guipuzcoanos Sara Carracelas (en Atlanta tres oros y en Sydney un oro, una plata y un bronce) y Richard Oribe con un excelente palmarés (debutó muy joven en Barcelona; en Atlanta tres oros y un bronce; en Sydney obtuvo cuatro medallas de oro).
Pocos deportistas tienen un palmarés como el que ostenta el nadador donostiarra Richard Oribe, que a sus 42 años no podrá participar en a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro . El documental 'Richard Oribe. Al otro lado de las medallas' muestra esa faceta conocida: la del deportista que desde Barcelona 92 bate récords que nadie ha superado todavía, que entrena a diario y que se plantea cuál será su futuro tras retirarse de la alta competición. Pero también narra cómo encara otra prueba mucho más dura, la de la vida cotidiana de un hombre con parálisis cerebral. El documental se proyecta esta tarde en el Victoria Eugenia dentro de la programación del Festival de Cine y Derechos Humanos.
El tolosarra Iñaki Asensio es el director del documental que tuvo sus orígenes en una serie de reportajes que realizó para ETB sobre olímpicos vascos en Londres. «Tuvo mucho éxito y nos despertó interés en el personaje, veíamos que había muchas cosas más que contar además de sus triunfos en los Juegos Paralímpicos, queríamos profundizar en su vida más allá de la competición», A parte de estos deportistas, podemos mencionar el resto que acudieron a las últimas ediciones paralímpicas. En Atlanta fueron trece los componentes del equipo de Euskadi, atletas que formaban parte de clubes de Gipuzkoa, Bizkaia y Navarra, con distintos grados de discapacidad.
En estos Juegos bastante mal organizados han brillado con luz proia quienes tenían interés en no dedjar mal a sus países
El director del Comité Paralímpico, Alberto Jofre, ha repasado en la rueda de prensa celebrada en la Torre Iberdrola en Bilbao la trayectoria de estos deportistas, en un acto en que ha estado acompañado por Francisco Olarreaga, miembro de la Delegación Institucional del País Vasco de Iberdrola, y los deportistas paralímpicos vascos Rakel Mateo y Asier García.
Jofre ha explicado que “la delegación, que aún está en proceso de clasificación, estará compuesta por 110 deportistas (ciegos, con discapacidad física, discapacidad intelectual o parálisis cerebral) y tiene previsto participar en 15 de las 22 disciplinas del programa paralímpico de verano”.
En cuanto a los objetivos del equipo, Jofre ha destacado que “será acabar entre los primeros lugares del medallero de los Juegos Paralímpicos y tratar de igualar los resultados de Londres 2012, donde se conquistaron 42 medallas (8 oros, 18 platas y 16 bronces) y 83 diplomas paralímpicos”.
Asimismo, Jofre ha subrayado que “este objetivo será difícil de conseguir, puesto que está costando que se produzca relevo generacional en el equipo y, además, el nivel de la competición paralímpica cada vez es superior”.
Los Juegos Paralímpicos comenzaron a celebrarse en 1960, en Roma. Cuatro años después fueron en Tokio, pero en 1968 se desligaron de los Olímpicos. Empezaron a disputarse en sedes distintas, hasta que volvieron a unificarse en Seúl, en Corea del Sur, en 1988. Desde entonces, siempre se han disputado en el mismo lugar, pocas semanas después. Y es ahí cuando su relevancia se va incrementando, algo fundamental para que se visibilice la situación de las personas que tienen ciertas dificultades para desarrollar su vida incluidas las actividades deportivas, ya sea porque deben utilizar una silla de ruedas o porque tengan una discapacidad intelectual.
En 1968 fue la primera vez que el selecciondo estatal participó, en Tel-Aviv, ahí fue donde cayeron las primeras medallas, y desde entonces nunca hemos fallado. La mejora en las siguientes citas fue fulgurante, hasta alcanzar una época verdaderamente exitosa. En Barcelona 92, Atlanta 96 y Sidney 2000, siempre dentro de los cinco primeros países del medallero y con más de 100 medallas conseguidas en cada uno de esos tres campeonatos. Desde entonces, hemos ido cayendo en los sucesivos medalleros, pero seguimos acumulando éxitos gracias a la estructura del deporte paralímpico nacional.
En Londres 2012, España retrocedió al 17º puesto, tras conseguir ocho oros, 18 platas y 16 bronces. Fueron 42 medallas en total, y en esa clasificación la delegación comandada por la nadadora Teresa Perales que también competirá en Río y que fue 10ª. Ahora, con 111 deportistas y otros 16 de apoyo, el seleccionado pretende mantener o mejorar la cosecha de metales.
Se da la circunstancia de que en los Juegos Paralímpicos compiten menos atletas que en sus hermanos Olímpicos, pero se reparten muchas más medallas, porque hay varias categorías de competición según la discapacidad de los competidores, que puede ser motriz, intelectual o visual. Y, además, hay otra categoría para los que compiten con parálisis cerebral.
La haltera Loida Zabala selló este miércoles su billete a los Juegos Paralímpicos de Río en la Copa del Mundo de halterofilia adaptada celebrada en Kuala Lumpur (Malasia). La atleta hizo tres nulos en sus intentos de levantar 95 y 96 Kg. Sin embargo ninguna de sus rivales fue capaz de superar su mínima y se mantiene entre las seis mejores del mundo. La haltera, que empezó en este deporte con 11 años tras perder la movilidad en las piernas por una infección de médula, participa en sus terceros Juegos. En Pekín 2008 y en Londres 2012 fue finalista.
Maracaná vuelve a vestirse de gala
La ceremonia inaugural ha tenido lugar en Maracaná, el mismo lugar donde se inauguraron los Olímpicos el pasado 5 de agosto. Y lo han hecho con una ceremonia más modesta, pero con un esquema muy similar y sin mucho que envidiar a la que le precedió. Un espectáculo muy musical, con los ritmos brasileños como base, un largo desfile de deportistas y los discursos y el encendido del pebetero al final gracias Clodoaldo Silva
La estrella inicial fue el presidente del Comité Paralímpico Internacional, el británico Philip Craven, un deportista que no logró medallas en los Juegos, pero que se permitió la hazaña de competir en 1972 en tres deportes distintos: atletismo, natación y baloncesto. Ostenta el cargo desde 1989, lo que le convierte en una personalidad única dentro de la historia del deporte paralímpico
El simbolismo del espectáculo propiamente dicho empezó con el culto a lo que se ha denominado ‘Su Majestad la rueda’, un elemento fundamental en la historia del paralimpismo. A raíz de ahí, la música brasileira se desató y el baile se hizo protagonista de la ceremonia.
En el desfile, los primeros en salir al estadio fueron los componentes del Equipo de Refugiados, que también han tenido cabida en los Juegos Olímpicos. De ahí empezaron a salir todos los países en orden alfabético. Estos son sus sextos Juegos Paralímpicos, y es una buena opción de medalla en tenis de mesa.
Para los últimos del desfile, como es habitual, los de casa, la delegación brasileña, que hizo estallar de júbilo a Maracaná, mientras sonaba la samba a todo volumen en los altavoces. Esta parte se hace bastante aburrida, como en los Olímpicos, al igual que los discursos posteriores, que duran más de la cuenta. Ahí llegó el momento polémico, dado que todos los aplausos se convirtieron en abucheos en cuanto fue nombrado y apareció el actual presidente brasileño, Michel Temer, que ha asumido el cargo tras el proceso de destitución de su antecesora, Dilma Rousseff.
El espectáculo prosiguió después con coreografías bien conseguidas y muy visuales, hasta llegar al momento en que se produjeron los clásicos juramentos de deportistas y entrenadores, al fin, quedaban inaugurados los XV Juegos Paralímpicos con la llegada de la antorcha al estadio y el encendido del pebetero a cargo del nadador paralímpico brasileño Clodoaldo Silva, que fue sorteando obstáculos con su silla de ruedas hasta llegar