MI PALESTRA.

COMPLACIDO EL PAÍS.

GERMAN MARTINEZ.

Los que estamos obligados por razones económicas, o los que lo hacen para conocer como piensan los hombres y las mujeres del pueblo, tenemos contacto directo con los menos favorecidos por la suerte, los llamados "olvidados" de Dios, los del montón salidos como dijo el poeta.

Aseverar que desde la aprobación de la reforma a la carta sustantiva de la nación para permitirle al Presidente Danilo Medina buscar un nuevo cuatrienio, hasta la noche del miércoles cuando pronuncio su discurso a la nación, el país bailó en las calles, y nunca antes, que yo recuerde, estuvo tan en sintonía y tan agradecido por una alocución presidencial.

Los dominicanos de hoy somos menos dados a los cuentos de esquinas, de col-mados y de comadres, y estamos mas atentos a realidades y ejecutorias, que quien anda en malas compañías no puede prometer exitosos resultados no importa si es joven o bien intencionado.

Este país es sabio, aunque quizás no sea leído ni culto, pero ha visto una gestión de gobierno que asombra, que llena de alegría a aquellos que lejos del poder han conocido sus beneficios de la mano del propio Presidente de la República.

El país esta complacido, pero igual es hora de unificar, de salir a las calles y a los campos, aquí y allá en busca de conso lidar el voto que ha de materializar para bien de todos el nuevo sueño dominicano.

Danilo Medina no ha mentido, pero repito aquí, es político, y de los buenos y si patrocinó la reforma para buscar otro periodo lo hizo porque se dio cuenta de que con eso complace al pueblo que lo eligió Presidente.

En política, como en casi todas las cosas de la vida lo que pesa y vale son los resultados, y estos están ahí a la vista de todos, incluso hasta de sus adversarios y de los envidiosos del éxito ajeno, por esos no hay que preocuparse, pero una cosa es cierta, y por esos y para esos trabaja Danilo y seguirá trabajando, el pueblo dominicano esta complacido, y en definitiva ese es el soberano, el que va a ir a las urnas a ser valer su determinación y su derecho a ser bien gobernado y ha construir el futuro de sus hijos.