Nuestras manos se pasan el día tocando cosas como objetos del escritorio o puertas, algo que hace que la cantidad de bacterias que tienen sea astronómica. Cuando esto ocurre, debemos tener cuidado ya que podríamos transferirlas a nuestro organismo con mucha facilidad. Sin embargo, hay partes del cuerpo que podrían aumentar esa cantidad de bacterias.

La mayoría de las bacterias que acceden a nuestro organismo se transfirieron de los dedos a la boca. No somos conscientes de la cantidad de veces que tocamos nuestros labios, pero podría ascender a miles de veces diarias.

En la cavidad nasal viven muchas bacterias naturales y saludables, pero introducir bacterias muy diferentes en la zona al tocar podría acabar con las buenas y provocar problemas de salud.

La piel de alrededor puede verse dañada si frotamos nuestros ojos excesivamente. Además podemos transmitir bacterias y sufrir conjuntivitis. Lo mejor será mantener las manos alejadas de los ojos.

Las uñas son un caldo de cultivo perfecto para las bacterias que el jabón de manos no puede eliminar. De hecho, hay el doble de bacterias en las uñas que en el resto de la mano.

Nunca deberíamos tocarnos la cara ya que nuestras manos contienen muchos virus, alérgenos y bacterias que podrían causar problemas en nuestra piel.

Si tocamos una herida abierta con las manos llenas de bacterias se podría infectar y traernos problemas de salud indeseados. Asegúrate de lavarte las manos antes de tocar las heridas.

En el culo hay muchísimas bacterias así que debemos lavarnos las manos siempre que pasen cerca de esa zona.

Tienen un sistema de autolimpieza, así que no debes introducir nada para evitar la transmisión de bacterias hacia la zona. Si notas algún problema, acude al otorrino para solucionarlo.

Recuerda que es muy importante lavar nuestras manos con regularidad para mantener alejadas a las bacterias y evitar infecciones y enfermedades que podrían ser muy peligrosas.