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Una patrulla militar abate a un presunto terrorista en el aeropuerto de Orly cuando era atacada
Imagen - Evan Bench
El atacante intentaba quitar la pistola a una militar del dispositivo de la operación de vigilancia antiterrorista cuando sus compañeros dispararon contra él. El presunto terrorista gritó “Estoy aquí para morir por Alá” cuando se abalanzaba sobre la militar, informa El País.
De lo poco que se sabe hasta ahora es que se trata de un francés de 39 años con antecedentes policiales por robo y tráfico de drogas. También está confirmado que horas antes había disparado contra un policía en un control de carreteras.
El atacante responde al nombre de Ziyed Ben Belgacem, de nacionalidad francesa, y se ha confirmado que tenía ficha policial por tráfico de drogas y por robo. Ben Belgacem era un viejo conocido de los servicios de información franceses que tenían constancia de su radicalización en una de sus últimas estancias en prisión.
Tal como ha referido el Ministro de Defensa, el fallecido se abalanzó sobre la militar, la tiró al suelo e intentó arrebatarle su arma ante lo que sus compañeros decidieron abrir fuego para proteger a la soldado y al público que en ese momento se encontraba en la terminal.
Jean-Yves Le Drian destacó la profesionalidad con la cual había actuado la patrulla militar atacada que repelió la agresión de manera que nadie, salvo el presunto terrorista, resultó herido por los disparos. El incidente ocurrió a las 8:30 horas y solo duró dos minutos.
Todavía no se ha podido determinar las causas de la acción de Belgacem en lo que parece una huida hacia adelante después de que horas antes tiroteara a una patrulla de policía que realizaba un control de carretera.
Los investigadores todavía no han logrado hilvanar el relato sobre como un delincuente de poca monta ha acabado abrazando, al menos en la retórica, el discurso islamista más radical. El máximo representante de la Fiscalía de la República de París, François Molins, entiende que hay indicios que permiten aventurar que se trate de un atentado terrorista.
Esto indicios provienen del hecho de que el ataque ha sido contra efectivos de la Operación Centinela, la certeza de que Ziyed Ben Belgacem se radicalizó en una de sus estancias en prisión y el grito que el supuesto terrorista lanzó mientras atacaba a los militares.
Su adscripción al islamismo radical no es completa ya que en el registro de sus pertenencias y en su vivienda se han encontrado cigarrillos y cocaína. Lo accidentado y violento de las últimas horas hace pensar más en una huida hacia adelante que un atentado terrorista excesivamente elaborado.
Los hechos comienzan a las 6:55; en esos momentos el vehículo que conducía Belgacem es interceptado por una patrulla en la localidad de Garges-lès-Gonesse debido a que conducía a una velocidad excesiva y sin luces.
Sin mediar palabra el presunto terrorista abatido en el aeropuerto de Orly dispara contra uno de los agentes de policía que resulta herido. Dándose a la fuga, su siguiente parada es un bar en la localidad de Vitry-Sur-Seine dónde entra en el establecimiento y comienza a proferir amenazas.
El terrorista, al grito de “Alá es grande” intento atacar a los militares en las galerías comerciales del Museo del Louvre y fue herido por los disparos de los soldados
A cinco kilómetros de esta última localidad abandona el vehículo que conducía y roba el suyo a un conductor, al que obliga a salir de su vehículo pistola en mano. Es con ese coche con el que llega al aeropuerto de Orly.
Imagen - Frog and Onion
En el relato de los hechos de que se hace eco El País, el padre y el hermano del ciudadano de origen magrebí, en declaraciones a la policía, informan que reciben un SMS de Belgacem en el cual se dice “He hecho una tontería, he disparado a la policía”.
Tras el ataque, supuestamente terrorista, el aeropuerto de Orly fue completamente evacuado y se suspendieron el aterrizaje y despegue de aviones durante unas horas. En declaraciones a los medios de comunicación, el Presidente de la República, François Hollande, ha reafirmado la intención del estado francés de luchar con denuedo contra el terrorismo.
Hollande ha declarado que el Estado Francés defenderá la seguridad de los franceses y que asegurará la protección de todo el territorio nacional, independientemente de cual sea la gravedad de la amenaza terrorista.
Desde los atentados terroristas de noviembre de 2015, la capital de Francia se encuentra en alerta terrorista, que tendría que estar vigente solo hasta el 15 de julio, se prolongará producto del artefacto explosivo que recibió la delegación del Fondo Monetario Internacional en París y que se saldó con heridas a una empleada de dicha organización.
Todo parece indicar que el atentado de Orly influirá en la segunda vuelta de las elecciones francesas que se llevarán a cabo el 23 de abril. El acto terrorista también ha servido para que Marine Le Pen, candidata a ocupar El Elisio por esa formación política de ultraderecha, cargue las tintas contra el actual gobierno socialista.
Las críticas de Le Pen no han caído en saco roto ya que el Primer Ministro, Bernard de Cazeneuve, ha llamado a no actuar con palos de ciego ante el presunto atentado, ya que desatar una alerta desproporcionada puede acabar provocando efectos contraproducentes.
No es la primera vez que son atacados los militares que participan en la Operación Centinela y que sufren algún percance. El pasado 3 de febrero un ciudadano egipcio de 29 atacó con dos machetes a una patrulla militar que participaba en el operativo de vigilancia.
El terrorista, al grito de “Alá es grande” intento atacar a los militares en las galerías comerciales del Museo del Louvre y fue herido por los disparos de los soldados.
Ahora se ha sabido que Ben Belgacem se encontraba bajo los efectos el alcohol y las drogas cuando perpetro el frustrado atentado, siempre según France Presse que cita fuentes judiciales. Esta constancia corrobora las declaraciones del padre del atacante sobre que su hijo se encontraría bajo los efectos del alcohol y las drogas cuando cometía el atentado.
Ziyed Ben Belgacem era un viejo conocido de la policía por tener un abultado prontuario. Entre los delitos que habría cometido se encuentran el robo el tráfico de drogas. Lo inteligencia gala también lo tenía en su radar al tener constancia de su radicalización y el adoctrinamiento que habría sufrido en la cárcel.