Globedia.com

×
×

Error de autenticación

Ha habido un problema a la hora de conectarse a la red social. Por favor intentalo de nuevo

Si el problema persiste, nos lo puedes decir AQUÍ

×
cross

Suscribete para recibir las noticias más relevantes

×
Recibir alertas

¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Aleix Echauz escriba una noticia?

Pedalear en tiempos de virus

18/04/2020 07:54 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

Empresas como Glovo o Amazon siguen prestando servicio en medio de la cuarentena, aún con graves riesgos para sus trabajadores

Hace tres días el Fondo Monetario Internacional estimaba un escenario de recesión económica a escala mundial peor que el vivido en los años treinta del siglo pasado. En este caso, el causante no sería una burbuja especulativa en el mercado de valores como antaño, sino la paralización de la actividad económica y productiva provocada por la pandemia mundial del Covid-19. Sin embargo, muchos expertos han señalado la posibilidad de que tan grave sea la crisis como corta sea su duración.

En el caso de España, el FMI ha estimado una caída de un 8% del PIB y una subida del paro hasta casi el 21%. ¿Qué representan estas cifras en la realidad del día a día? Lo cierto es que es muy complicado expresar dichas predicciones económicas en afectaciones reales y específicas. Lo cierto es que por ejemplo, el pequeño comercio, experimentará un severo golpe, no más duro que el que viene experimentando desde hace unos años a causa del efecto Amazon. La compañía de Jeff Bezos ha visto como a causa de las medidas de cuarentena, adoptadas por los gobiernos de todo el mundo, se ha incrementado su volumen de trabajo, el índice de demanda y por extensión los ingresos de la compañía.

De hecho el mismo Bezos, actualmente el hombre más rico del mundo, publicó una carta en la que animaba a sus trabajadores a seguir prestando un servicio “vital”. También aprovechó para colar en el mismo mensaje que la multinacional norteamericana había contratado a más de 100.000 nuevos empleados en medio de la pandemia. Una gran labor social parece ser. De lo que Bezos parece haberse olvidado es de que varios de sus trabajadores en Estados Unidos y en Europa han denunciado las condiciones laborales y han asegurado que no se están cumpliendo las medidas de seguridad. Desde principios de abril circula un polémico artículo de Chris Smalls, un ex empleado de Amazon en Nueva York que fue despedido por presentar síntomas y quedarse responsablemente en casa para protegerse a si mismo y a sus compañeros. En el caso de España se conocieron hace un mes tres casos de Coronavirus en dos de sus centros logísticos. Aun así Amazon España decidió continuar con la actividad productiva.

Empresas como Glovo, Amazon Flex, Uber Eats, Airbnb o BlaBlaCar escudan las irregularidades de sus modelos de negocio en el término de “economía colaborativa”

Con todo, el gigante de Seattle no es la única compañía que ha mostrado su peor faceta. Desde hace un tiempo que ya es públicamente conocido por todos el desamor de la compañía de delivery Glovo con los trabajadores y sus derechos. La inhumanidad de Glovo pasó a primera plana informativa cuando en mayo del año pasado un repartidor murió atropellado por un camión. La compañía barcelonesa emitió un indignante comunicado en el que manifestaba que el joven rider de 22 años “no estaba registrado como repartidor en Glovo”. A las protestas y huelgas por las lamentables condiciones de sus trabajadores le siguió el fallo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que sentenciaba que los riders de Glovo son falsos autónomos. Ya son varias las dramáticas historias que hemos oído y presenciado. Desde trabajadores que explican que tienen que trabajar más de 10 horas diarias sin un solo día festivo a imágenes de riders durmiendo en la calle con su gran cubo-mochila amarilla. Glovo estará generando empleo sí, pero también está esparciendo pobreza y precariedad. 

Frente a la amenaza de recesión económica muchas empresas han barrido para casa y han firmado muchos despidos y ERTEs. Glovo no ha sido la excepción. El pasado 2 de abril anunció el despido temporal de 340 trabajadores. Algo que podríamos entender en la coyuntura de crisis de una economía capitalista. El problema es que Glovo ha precarizado más todavía a los repartidores que siguen trabajando, pues ha reducido un 50% la tarifa que paga a sus riders por pedido entregado. Si un ciclista cobraba 2’50€ por llevarnos una hamburguesa en casa, ahora cobrará una mísera cantidad de 1’20€ además de poner en riesgo su vida. Hace unas semanas el sindicato Free Riders ya denunció a esta compañía delivery a Inspección de Trabajo por exponer a sus trabajadores al elevado riesgo de contagio que hay en España. 

Empresas como Glovo, Amazon Flex, Uber Eats, Airbnb o BlaBlaCar escudan las irregularidades de sus modelos de negocio en el término de “economía colaborativa”. Entretanto rehuyen de sus responsabilidades como empresas con relación a sus trabajadores. Su “economía colaborativa”, genera enormes beneficios pero a su vez pagan menos Impuestos de Sociedades que una pequeña o mediana empresa, a pesar de que sus volúmenes de negocio están comprometiendo las estructuras de varios sectores tradicionales. Estaría bien hacer un ejercicio de conciencia entre todos y no “pedir un Glovo” nunca más. Y si lo hacen, piensen en la historia que puede haber detrás del rider que llama a su puerta. En estas circunstancias diría que se merecen cinco euros de propina por pedido realizado, y tal vez me estaría quedando corto.

 

 


Sobre esta noticia

Autor:
Aleix Echauz (16 noticias)
Visitas:
18673
Tipo:
Reportaje
Licencia:
Creative Commons License
¿Problemas con esta noticia?
×
Denunciar esta noticia por

Denunciar

Comentarios

Aún no hay comentarios en esta noticia.