5 etapas que enfrenta una pareja ante un diagnóstico de infertilidad

Un diagnóstico de infertilidad puede ser una de las situaciones más complicadas a las que puede enfrentarse una pareja, ya que la imposibilidad de ser padres pareciera derrumbar sus sueños e ilusiones. En el país, según La Fundación Universitaria San Martín, alrededor del 20% de las parejas en Colombia experimentan esta condición. 

Hoy, esta enfermedad que afecta la capacidad corporal para desempeñar la función básica de concebir representa un proceso complejo que sobrepasa la salud, pues se traslada automáticamente al terreno psicológico poniendo en riesgo la estabilidad emocional de la pareja y el éxito de cualquier tratamiento. 

Para Ricardo Rueda, Médico Especialista en Infertilidad de Reprotec ‘’Tanto los hombres como las mujeres cargan este dolor, pero la mujer lo hace más visible, no porque ellas sean las más débiles, sino todo lo contrario. Para la mujer es natural e importante hablar de sus emociones. Es por eso que parecería que le afectara más, y por lo general, el deseo de maternidad nace primeramente en ellas. Por otro lado, a los hombres los educaron a no comunicar sus emociones, y les han enseñado que expresar lo que sienten es un signo de debilidad. No obstante, esto es un ejercicio del 50 – 50. El 40% de las causas están en la mujer, 40% en el hombre, de un 10 a 15% están en ambos y tenemos un 5 - 10% que no sabemos la causa’’. 

Y es que las emociones negativas se apoderan de la vida de las parejas y luchar contra ellas puede ser un largo proceso, que por lo general tiende a segmentarse en diferentes fases. De acuerdo a un estudio realizado por la Revista Chilena de Neuro – Psiquiatría, estas son las etapas más comunes, y porcentajes de la prevalencia de sentimientos, que atraviesan las relaciones amorosas frente a un diagnóstico de infertilidad: 

1. Sorpresa (Shock): El 75% de las personas se sorprende frente a la noticia. El nivel de conmoción en esta etapa es muy alto, las personas suelen aislarse, en este momento se presentan manifestaciones físicas como: dificultad para concentrarse y pérdida del apetito. Asimismo, se ven afectados con el impacto negativo que esto puede generar en sus vidas, el choque de emociones de esta fase, es el inicio del proceso del duelo que las parejas deben sobrellevar. 

El 77% de los casos experimenta tristeza, soledad y desesperanza

2. Negación: En esta etapa, el 96% de los casos se reúsa a reconocer el diagnóstico, prefieren pensar que realmente el problema no está en ellos y optan por buscar segundas opiniones con esperanzas de una respuesta positiva. La negación es algo normal en estos casos, lo importante es no convertirla en mecanismo de defensa para promover sentimientos de frustración y rabia, que pongan en riesgo el futuro la vida sentimental de con su pareja. Ahora tras la reconfirmación del caso, “se vienen los momentos que, sin lugar a duda, más amenazan la estabilidad emocional de la relación: la culpabilidad y la desesperanza.’’ Afirma Rueda. 

3. Culpabilidad: En esta etapa prevalece el miedo por privar a su pareja del sueño de ser padres y no ser capaces de cumplir en este aspecto. ¿Por qué me pasa esto a mí? Se empieza a buscar responsables al problema de salud, recargando la culpa en varios escenarios: ellos mismos, su pareja, genética, su vida sexual pasada y hasta en Dios. Existe un evidente problema de género, la mujer tiende a sentirse culpable, y el hombre en ocasiones, le refuerza esto. 

4. Desesperanza: El 77% de los casos experimenta tristeza, soledad y desesperanza. La resignación de no poder ser padres, genera incertidumbre sobre el futuro y su proyecto de vida. Una vez se superan los sentimientos de culpa, es de vital importancia sentirse acompañado por la pareja y sus seres queridos, para ayudar a que este dolor sea tolerable y no deje de luchar por su sueño. 

5. Aceptación: En la etapa final, la pareja ya es consiente que su problema tiene solución y consideran múltiples alternativas que puedan ayudarle a cumplir sus sueños, optan por probarlo todo, desde remedios caseros hasta tratamientos de fertilidad. Es aquí donde comienza un nuevo ciclo que implica etapas de incertidumbre, impaciencia y desconsuelo, por lo cual, resulta indispensable el papel del centro de fertilidad donde se inicie el proceso. Este debe generar un apoyo emocional adicional a la pareja y acompañarla permanentemente hasta alcanzar el sueño de ser padres. 

‘El mensaje y recomendación más importante es la prevención tanto en hombres como en mujeres. Si los todos los médicos optamos por esta medida, evitaríamos todas estas etapas que destruyen en muchos casos relaciones construidas durante muchos años. Ahora, las mujeres que se encuentran en este difícil momento deben proteger su autonomía y ser ellas las que deciden cuando deben consultar un centro de fertilidad; no es necesario que tengan el aval de su pareja, si lo tienen, mucho mejor. Pero tienen el pleno derecho de consultar de forma autónoma para tener las respuestas a sus interrogantes’’. Destaca, Ricardo Rueda. 

El 75% de las personas se sorprende frente a la noticia