Todas las personas tenemos un patrón común de estímulo respuesta que se activa todos los días, constantemente
Todas las personas tenemos un patrón común de estímulo respuesta que se activa todos los días, constantemente.
Este patrón es el siguiente:
Percibimos un estímulo del exterior, ya sea por haber visto algo (modo visual), haber escuchado algo (modo auditivo) o haber sentido algo (modo kinestésico).
El estímulo exterior que hemos percibido nos genera al instante un pensamiento en nuestra mente.
Este pensamiento, denominado también representación interna, nos genera una emoción o sentimiento.
La emoción o sentimiento que se ha generado y que estamos sintiendo nos lleva a comportarnos de una determinada manera, y este comportamiento genera un resultado. De forma esquematizada, este patrón sería:
Estímulo → Pensamiento (representación interna) → Emoción (estado emocional) → Acción → Resultado
Como puedes apreciar, un paso afecta directamente al otro. Por tanto, si el estímulo externo te genera un pensamiento negativo, la emoción que vas a experimentar será negativa, llevándote a generar un comportamiento concreto que derivará en un resultado negativo para ti.
Al contrario, si el estímulo que has recibido te genera un pensamiento positivo, la emoción que vas a sentir será positiva y agradable, lo que te va a llevar a que te comportes de una determinada manera, generando un resultado bueno.
Ahora bien, existe una herramienta, denominada PNL, que te permite modificar la representación interna que generas después del estímulo. De esta forma, aunque el estímulo sea negativo, tú puedes generar una representación interna neutra, o pasar rápidamente de un pensamiento negativo a uno neutro, alterando de esta forma el estado emocional que vas a experimentar a continuación. De esta forma, vas a poder actuar de una forma totalmente distinta, y el resultado también estará bajo tu control.
En el máster PNL que hemos desarrollado, te enseñamos cómo controlar las representaciones internas que te haces en función de cualquier estímulo exterior, ya que estos no los podemos ni evitar ni modificar, pero sí la forma en que nos afecta o la procesamos.
Por tanto, gracias a la programación neurolingüística somos capaces de tener un control de nuestras representaciones internas y del sentido que le damos a cada cosa, permitiendo que las acciones que tomemos a posteriori sean las más acertadas y generando resultados positivos.
Por este motivo, antes un mismo suceso, hay personas que se comportan de una forma positiva, y otras de una forma negativa. ¿Y cómo puede ser, si el suceso o el estímulo externo es exactamente el mismo? La respuesta, como ya sabes, es la representación interna que cada una de estas personas genera, aportándole un significado distinto, y generando una emoción completamente diferente.
¿Qué haces para fortalecer tu inventiva y Vivir con PNL? Descúbrelo en este post 22/11/2016