Recientemente el Tribunal Supremo de Reino Unido ha condenado a una familia por llevarse a uno de sus hijos a Disney. La familia aboga que decidió llevarse en abril de 2015 a su hijo a un viaje de vacaciones ?perdiendo una semana de clases- porque era el único periodo en que podían estar todos juntos ya que cada menor estaba escolarizado en un centro diferente que se regía por periodos vacacionales propios.
La escuela de la isla de Wight ya le expresó su disconformidad y la municipalidad le sancionó con una multa de 60 libras, una 70, 26 euros por desobediencia. Hasta ahí todo normal. Usted se pasa las normas por el forro, saca a su niño de la escuela durante en año lectivo en curso (a pesar que el centro se lo desaconseja), le multan y lejos de acatarlo, lleva al cole a los tribunales. Olé.
Una madre preparando a su hijo para la vida. Foto: cortesía Educa-On
Dos años después el TS ratifica la sentencia. La fiesta ha salido por 12.000 libras en recursos. Los padres han manifestado que se sienten que no son los últimos decisores en la educación de sus hijos. Pues claro que no. Al menos, cuando están en un centro académico. Porque para eso están las leyes. Y la autoridad moral del profesorado. Y el sistema educativo, el pilar de cualquier sociedad civilizada. Vamos, dice ella.
Lo que más le inquieta de todo esto es la lección moral que estos señores les están dando a sus vástagos. A salirse con la suya, a exigir... Víctimas de la hiperpaternidad. Una pandemia educativa que asola el Primer Mundo y que está sembrando hoy el planeta de niños mimados y de adultos débiles mañana.
Adultos soberbios, inoperantes e indefensos ante el mundo laboral y la vida, en general. La nueva generación, dicen los sociólogos, es la Touch. Ella aboga por cambiarle el nombre por la generación blandengue. Y a ella, como a El Fary, los blandengues no le molan nada.
Se declara fan absoluta de San Valentín. De celebrar las cosas. La vida. El amor. Fan de la ilusión. De enviar WhatsApps intrascendentes sin motivo. A su marido, dice. Y de descomer arcoiris en el país de la gominola 10/02/2017
El otro día escuchó la declaración de amor más bonita desde hacía mucho tiempo. Como siempre, fue en el metro. Una declaración de amor a las 9 de la mañana. Nunca es demasiado pronto para el amor aunque sea lunes. No tuvo más remedio que dejar de leer 04/02/2017
¿ Lo confiesa. Es una SISI. No porque tenga que comenzar a trabajar en su asertividad pero ya ?que también- o sea una romática tipo Romy Schneider sino porque estudia y trabaja a la vez. Desde que recuerdada, desde que se incorporó al mercado laboral 27/01/2017
El otro día le comentaba un amigo que si la pareja de uno ponía su teléfono en modo avión al llegar a casa, en ese viaje iban más de dos. Qué gran verdad. La tecnología como modo de facilitarnos la vida para complicar la faceta personal. No sabe de porcentajes 20/01/2017
Supone que ya estarán ustedes lista en mano con los buenos propósitos para 2017. El que viene será un buen año. No sabe por qué pero los impares le dan buen pálpito. 2016 ha sido un año de transición. Un año en que los españoles casi batimos el récord mundial de estar sin Gobierno 30/12/2016