La Policía peinaba este jueves una amplia zona de Moncton, en la provincia canadiense de Nuevo Brunswick (este del país), a la caza del presunto autor de un ataque en plena calle que dejó a tres policías muertos y a dos heridos.

La Real Policía Montada de Canadá (RPMC) dijo que el sospechoso fue visto tres veces desde el amanecer de este jueves desplazándose "por una zona boscosa" que mantenían vigilada.

Se pidió a los residentes que no salieran de casa mientras la Policía busca a quien identificaron como Justin Bourque, de 24 años, el presunto tirador, al que consideraron "armado y peligroso".

La Policía acordonó una amplia zona del noreste de la ciudad, de un perímetro total de unos 10 kilómetros.

Las escuelas permanecerán cerradas este jueves, así como varias empresas y comercios de esta ciudad de 70.000 habitantes, desértica en las imágenes transmitidas por la televisión.

La Policía instaló vehículos blindados en todo el perímetro de seguridad con refuerzos del ejército.

Antes, el alcalde de Moncton, George Leblanc, había pedido a los habitantes de la mayor ciudad de Nuevo Brunswick que "permanezcan en sus casas, permanezcan a salvo (...) hasta nuevo aviso".

La RPMC emitió una fotografía del sospechoso vestido con ropas militares y cargando dos fusiles. Según testigos, también tenía cuchillos. Con esas armas Bourque se enfrentó a la Policía la noche del miércoles en una calle de la ciudad, matando a tres uniformados e hiriendo a dos. El estado de los policías heridos era estable, según Dhany Charest, neurocirujano del hospital de la ciudad.

- Circunstancias poco claras -

No estaban claras las circunstancias del tiroteo. Los medios locales dijeron que Bourque abrió fuego a sangre fría en una zona residencial de la ciudad.

El alcalde Leblanc manifestó sus "más sinceras condolencias a los familiares de los policías fallecidos, así como a sus colegas. Su coraje, su forma de actuar de esta noche, quedarán grabados en nuestra memoria". "La familia de la RPMC está sufriendo", dijo el comandante regional, Roger Brown, quien comentó que sus hombres estaban "trabajando en medio de (su) peor pesadilla".

"Este es un momento triste para el pueblo de Moncton, de New Brunswick y para todo Canadá", dijo el primer ministro canadiense, Stephen Harper, cuando se multiplican los mensajes de condolencias y apoyo a la RPMC.

Por su parte, el ministro federal de Seguridad Pública, Steven Blaney, se declaró "estremecido por la tragedia de Moncton", mientras que el primer ministro de Nuevo Brunswick, David Alward, dijo estar "alarmado y entristecido".