'La realidad muchas veces supera a la ficción'. Esta frase tan popularmente conocida se podría aplicar a la historia sucedida recientemente en la madrileña estación de metro de Carabanchel, al sur de la capital, cuyos protagonistas son un hombre que aparentaba estar borracho y un agente de policía fuera de servicio.

El andén estaba completamente vacío y pocos ciudadanos circulaban ya por las líneas de metro. De repente, un hombre vio como un joven aparecía andando muy descoordinademente y con síntomas de haberse bebido, por lo menos, unas copas de más.

El hombre, un policía nacional que se encontraba fuera de servicio, vio como el joven se sentaba en el borde del andén y con las piernas colgando, de manera que si el tren pasa por ahí le hubiera arrollado con resultados poco esperanzadores.

Sin embargo, cuando el agente le vio, y tal y como grabaron las cámaras del metro, salió corriendo a por él, consciente de que el tren estaba llegando. Cuando faltaba poco para que le arrollase, el policía le cogió del cuerpo y le empujó hacia atrás, salvándole la vida.