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La mayoría de los ciudadanos a los que nos interesan los temas políticos que nos afectan, no hacemos nada por remediar lo que no nos gusta y reflexiono sobre ello a menudo.
Pensaba y comentaba el otro día conversando con un amigo que estaba fastidiado por un tema que le atañe a su economía y a su día a día, que no hacíamos nada más quejarnos amargamente y seguir fastidiados.
Le comentaba que lo que tenía que hacer era alzar su voz en contra de esas medidas que eran negativas para su negocio y el de otro muchos ciudadanos de esa zona de la ciudad y al final podría ser negativo para todos, dado que la economía está realmente unida de alguna manera.
Tiene ideas interesantes al respecto que pueden hacer que la situación sea mejor para todos... pero....
El decía que si, que lo entendía pero que no tenía tiempo, ni ganas, de mover un tema socioeconómico de su barrio para nada, pues lo único que le iba a traer eran sinsabores... y que con ello no iba a conseguir nada positivo.
Vamos que en el fondo, no creemos en el sistema político que nos gobierna, no creemos en los resortes de la democracia, no participamos...
A todos los ciudadanos de a pie (bueno a la gran mayoría) nos "aterra" salir a la calle a gritar, o convocar reuniones con el resto de las personas afectadas.
No somos sindicalistas y no vivimos de ese negociado, por lo cual pensamos que no va a servir para nada reivindicar nuestras ideas y defender nuestros derechos y necesidades al respecto.
Lo que entendí al final de la reflexión era que eramos cómodos, que no teníamos ganas de problemas y que no pensábamos que sirviera para nada esforzarnos.
La verdad es que nos quejamos sin hacer nada más que eso... "ni pinchamos ni cortamos"
Pero si las autoridades del ayuntamiento y de la consejería/consellería no saben nada y no tienen quejas en sus buzones, no van a plantearse cambiar las cosas o llegar a un acuerdo en el cual todas las partes puedan ponerse de acuerdo y solucionar en la medida de lo posible los problemas que acucian a los vecinos, trabajadores y familiares de ese distrito en particular.
Lo cierto y verdad es que no conocemos fórmulas o no creemos en ellas, para acercarnos al poder local, provincial o regional para poder hablar y ser escuchados y que alguien sepa que esa solución que han adoptado no nos gusta, no nos viene bien, y además nos puede perjudicar gravemente en nuestras economías y forma de vida.
Nadie hace nada, sólo lloriqueámos y lo que pasa en realidad es que no creemos en la democracia, no creemos en que las personas puedan y deban participar en las iniciativas que nos atañen económica y socialmente.
Si no podemos opinar al respecto de las políticas que nos atañen de cerca, nuestra democracia no deja de ser una dictadura de 4 años, que ya pasarán como sea... sin ningún poder de decisión.
Seguro que existe algún lugar o forma de expresarnos, pero no es conocido y si lo és, no se cree en él, porque algo falla en el sistema democrático.......
No creemos en la política participativa ni creemos que exista, y aguantamos lo que nos venga encima, pero sin hacer nada más.
La democracia es tan eximia, tan lejana, tan débil y tan extraña a nuestro día a día que solo somos sujetos pasivos que la sufren o la gozan....
Debemos los ciudadanos exigir una forma participativa de poder opinar e incluso cambiar o influir en las decisiones de los gobernantes, sobre todo los más cercanos como los de nuestros ayuntamientos.
Opinar, poder decir algo a favor y/o en contra de las decisiones que nos van a influir quizás de por vida y que pueden llevarnos a la ruina, aunque a otras personas, otros ciudadanos les guste y piensen que es positivo.
Por ejemplo la peatonalización de nuestro lugar de residencia o de trabajo...
Siempre hay soluciones intermedias que logran que todos podamos estar mejor, quizás no al 100%, pero si mejorar un 50%...
Creer en la democracia pasa por poder intervenir, tener voz y "voto" en lo que se hace en nuestros pueblos y ciudades e interesarte porque sea lo mejor posible para todos, en la medida de lo posible.
Si no creamos una forma participativa en nuestra política, lo que hacemos es votar democráticamente por una dictadura que durará cuatro años y que tendremos que soportar (o disfrutar según nuestra realidad) con el mayor de los estoicismos hasta donde podamos.
Hay que participar, hay que opinar, hay que hablar y para eso hacen falta asambleas locales, altavoces y formas de poder decir lo que se piensa, pero con mucha participación, no con unos cuantos que hablen, sino con muchas voces.
Hay que buscar verdaderas formas de que los ciudadanos se expresen libremente y den sus soluciones, porque lo que está claro es que nadie conoce mejor los problemas de un barrio que las personas que trabajan o viven en él, nadie por mucho que tenga informes y dossiers llenos de información llega a conocer mejor las verdaderas problemáticas de esas calles....
Amén....