¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que 20minutos.es escriba una noticia?
Durante la mañana de este miércoles, funcionarios de la cárcel de Brieva (Ávila) han encontrado muerta, ahorcada, en su celda a Rosario Porto, condenada a 18 años de prisión por el asesinato de su hija adoptiva en A Coruña. Según han asegurado varias fuentes, todo apunta a que la decisión había sido meditada y planeada con antelación; pues Porto utilizó una tela para ahorcarse desde la ventana de su celda, y dejó todas sus pertenencias recogidas en bolsas antes de quitarse la vida.
Ahora, Se ha abierto una investigación para esclarecer las circunstancias del caso. Y es que Rosario no contaba con ningún 'preso sombra', a pesar de haber intentado quitarse la vida en hasta otras dos ocasiones. Por lo visto, el equipo de psicólogos determinó, tras hacerle una evaluación, que la mujer podía empezar a hacer vida normal con el resto de las internas en un módulo ordinario.
Fuentes penitenciarias precisan, además, que no se puede estar aplicando medidas antisuicidio de forma indefinida porque supone estar en la enfermería la mayor parte del tiempo además de un castigo añadido a la propia privación de libertad.
No obstante, en cuanto se vio sola, Porto no dudó en intentar quitarse la vida de nuevo, logrando esta vez su objetivo. En las anteriores ocasiones, Rosario había tratado de suicidarse mediante la ingesta de pastillas o tratando de ahorcarse con unos cordones; pero en ningún intento lo consiguió y siempre tuvo la compañía de la compañera (preso sombra) voluntaria, cuya función es vigilar a la otra presa por su seguridad.
Tras conocerse la muerte de Porto, la cárcel de Teixeiro (A Coruña), ha acordado aplicar el protocolo antisuicidios a Alfonso Basterra, su exmarido. Fuentes penitenciarias han indicado a Efe este miércoles que la decisión se ha adoptado tras comunicarle a Basterra el suicidio de Porto y constatar los funcionarios su reacción, ya que ha quedado "muy impresionado" por la noticia.
Este suceso pone de relieve la importancia del Protocolo de Prevención de Suicidios (PPS), que se aplica en las cárceles españolas para evitar que los presos se autolesionen o intenten quitarse la vida.
El protocolo antisuicidios no se puede mantener de forma indefinida ya que implica que el interno esté 24 horas supervisado, normalmente en la enfermería, por un recluso voluntario al que se le denomina 'preso sombra'.
Según explicaron fuentes penitenciarias a Luis Velasco de 20minutos , cuando un nuevo preso ingresa en prisión, se procede a realizar una evaluación del mismo para encontrar algún signo de depresión por el "choque" que supone entrar en prisión o para identificar si pudiera tener alguna idea "autolesiva". Esa evaluación, se lleva a cabo por parte de un equipo de psicólogos y médicos que concluirán si el preso/a requiere ser sometido a un protocolo antisuicidio, así como las medidas concretas para prevenir posibles autolesiones.
Dicho programa suele durar, como mínimo, dos semanas, y se garantiza con la colaboración de un 'preso sombra', que se ofrece voluntariamente a la tarea por la que no se le concede ningún beneficio penitenciario.
Para poder optar a ejercer de 'preso sombra', no obstante, hay que cumplir una serie de requisitos, como pueden ser una buena actitud, que no consuma drogas, la previsión de que se va a quedar durante un tiempo estable en prisión, o la certeza de que no ha recibido ninguna sanción por conductas anteriores.