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RECONVERSION DEL SECTOR AGROALIMENTARIO DE REPUBLICA DOMINICANA SIN TIEMPO PARA ESPERAR Por: Ing. Juan M. Chávez., MSc., Director Ejecutivo del CONIAF y por el Dr. César Montero., Encargado de la división pecuaria del CONIAF En artículos recientemente publicados hemos analizado algunas definiciones y necesidades para implementar una reconversión del sector agroalimentario tanto en el nivel de la agricultura familiar como en la agricultura para la exportación. Lo hemos hecho, con la finalidad de aportar en este importante proceso que la República Dominicana tiene que desarrollar sin más dilación. No se trata de descubrir la llamada formula del agua tibia, ni de patentizar un Modelo de Reconversión único en el mundo. Por eso en este artículo revisamos como han orquestado su Plan de Reconversión del Sector Agroalimentario nuestros socios comerciales con lo que formamos bloques que nos obligan a ser competitivo. Estos países, Primero, han definido un marco regulatorio que describe en cada caso de forma llana: Cómo, con que y para que se implementa el proceso de reconversión productiva en ambos niveles de producción en cada país. Los países Centro Americano, junto a los que conformamos el DR-CAFTA, Dominican Republic-Central America Free Trade Agreement, en el año 1998 con apoyo de la Agencia de Cooperación Alemana (GTZ) realizaron una consulta regional que sirvió de líneas bases para los procesos de reconversión en estos países. Tomando en cuenta estas líneas bases, Costa Rica, por ejemplo, creó en 1998 mediante la ley 7742 el Programa de Reconversión Productiva del Sector Agropecuario y ya lo actualizó en el año 2012. Otros países como Perú en el año 2012, también, revisaron su Marco Regulatorio de Reconversión Agropecuaria. El Instituto Inter Americano de Cooperación para la Agricultura (IICA), en el año 2007 publicó el documento "Lecciones aprendidas sobre políticas de reconversión y modernización de la agricultura en América Latina. De este documento citamos el siguiente párrafo "En Latinoamérica, se han dado distintas experiencias de políticas para la reconversión productiva, reflejo de que en la región hay conciencia sobre la necesidad de acciones explícitas orientadas hacia la modernización del sector. Para citar sólo algunos ejemplos, en Argentina existe un Programa Federal de Reconversión Productiva para la Pequeña y Mediana Empresa Agropecuaria -Cambio Rural, en Costa Rica se cuenta con el Programa de Reconversión Productiva y en México está el Programa Integral de Reconversión. En el caso específico de Chile, la política está más enfocada hacia el tema de la modernización de la agricultura existiendo una política diferenciada de apoyo a la Agricultura Familiar Campesina". Este documento de 93 páginas desde luego que no cita en ningunas de sus partes a la República Dominicana. En cada uno de estos países, al analizar la estrategia de reconversión del sector agroalimentario que han seguido, encontrarás que sin importar el orden o nivel de detalle estarán presente los siguientes elementos: Componente de inversión, Componente de tecnología, Componente de comercialización y Componente de evaluación. En República Dominicana la baja disponibilidad de tecnologías apropiadas, escasa transferencia de los resultados promisorios disponibles, débil disponibilidad de créditos, bajo niveles de agro-industrialización y comercio, y escaso uso de buenas prácticas son, en nuestra opinión los mismos escollos a resolver a la mayor brevedad posible si se quiere poner en marcha un proceso creíble de reconversión productiva el cual creemos debe implementarse a través de un Plan Nacional de Reconversión del sector agroalimentario, impulsado desde el más alto nivel del estado, con programas y proyectos concebidos de acuerdo con las realidades circundantes, prioridades productivas del estado y potencialidades de cada región. En función de nuestra realidad este es el nivel de detalle que podemos ver en cada uno de los siguientes componentes. I.- COMPONENTE DE INVERSIÓN estructurado con programas o proyectos, que incluyen financiamiento para adquisición de semillas nacionales o importadas, adquisición de fertilizantes, apoyo de maquinaria, fondos de garantía administrados por entidades del Estado, plantas de transformación agroindustrial y el desarrollo de capital humano. II.- COMPONENTE TECNOLOGÍA: La aplicación de procesos tecnológicos, el cambio o mejoramiento de los sistemas de riego, la asistencia técnica permanente y supervisada, y los programas de sanidad e inocuidad alimentaria basados en validaciones previas deben guiar el proceso de transferencia a las organizaciones (Cooperativas, Clústeres o Asociaciones de productores). Cabe señalar que el documento de Identificación de Prioridades de Investigación publicado recientemente por el Consejo Nacional de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (CONIAF) contiene las prioridades de transferencia de tecnología en todo el territorio nacional. Este componente se inicia con un levantamiento del inventario del SINIAF en materia de paquetes tecnológicos validados. De igual manera deben hacerse exploraciones de tecnologías existentes en otros países que pueden ser apropiadas y apropiables en nuestras condiciones. Estos ajustes estarían direccionados principalmente a incrementar productividad logrando así competitividad como elemento principal de la reconversión productiva. Dentro de este componente se sugieren programas para: Manejo del subsector pecuario orientada a mejorar la competitividad de este subsector. Seria responsabilidad del SINIAF colectar las informaciones y tecnologías generadas o validadas en materia de mejoramiento genético, alimentación, salud e inocuidad, procesamiento de productos cárnicos y lácteos con fines de llevar estas mejoras tecnológicas a los grandes y medianos productores nacionales. Lo propio debe realizarse en la pecuaria como componente de la agricultura familiar, pilar de la seguridad alimentaria para pequeños productores y familias rurales. Reproducción vegetal in-vitro: Para satisfacer el requerimiento de materiales de siembra demandados en cada región. De hecho, la proyección de la demanda futura de materiales de siembra constituye un elemento base de planificación. Protección Vegetal (Gestión Integrada de Plagas): el uso de bio-productos es más que una necesidad. Este, en muchos casos, es la única alternativa que se tiene para la producción de rubros orgánicos que tienen un mercado asegurado internacionalmente. Es necesario iniciar un levantamiento de especies de plagas y organismos benéficos de influencia en cada región complementados con los programas de producción masiva de controladores biológicos y regulación de uso y manejo de pesticidas. Producción de fertilizantes: el mundo del manejo de la fertilidad del suelo y fertilizantes ha dado un cambio de 180 grados. Desde antes de la década de los 50 esta actividad se había limitado a suplir la cantidad de fertilizantes que se asumía necesaria para obtener la producción potencial de las variedades relegando el impacto directo en la bio-diversidad. Hoy el punto de enfoque es el sistema radicular de los cultivos y se trata de ayudar a mejorar las condiciones del mismo multiplicando los factores que impactan benéficamente y tratando de reducir las limitantes. Así se consigue un sistema radicular sano y abundante que resulta en una planta robusta con capacidad de extraer los nutrientes que anteriormente no estaban disponibles lo que incrementa su sistema de defensa ante plagas, enfermedades y condiciones adversas del medio como salinidad y sequia. En este departamento se producirá bio-fertilizantes, orgánicos y con bacterias fijadoras de nitrógeno, otros fertilizantes orgánicos como compost, humus de lombriz y bioles. Vivero de plántulas de variedades de alto rendimiento y producción de semilla básica y certificada: Las Instituciones de investigación con laboratorios y personal calificado para la multiplicación in vitro son ejes fundamentales en la producción y mantenimiento de viveros de plántulas con variedades de alto valor y rendimiento para suplir el mercado. Además de producir el material de siembra que se necesita según condiciones agroecológica de cada región, la producción de plántulas saneadas in vitro constituirá un pilar de gran importancia para el componente de agro-negocios y disminuiría, sin duda, significativamente el uso indiscriminado de pesticidas. III.- COMPONENTE DE AGRO-NEGOCIOS: los esfuerzos deben estar enfocados en apoyar la construcción y modernización de las agro-industrias, como elemento estratégicos en el desarrollo de las actividades en su conjunto. La instalación de nuevas agro-procesadoras, el mejoramiento y adecuación de las ya instaladas es una obligación. Son elementos vitales: Los planes de negocios que incluyen la obtención de informaciones actualizadas sobre precios y demandas de productos en los mercados nacionales e internacionales. Contratos de compra y ventas previas a la producción del bien. Unidades de acompañamientos a las entidades productivas para la elaboración de proyectos dando especial atención a las organizaciones de mujeres rurales, cooperativas, organizaciones legalmente habilitadas. Unidades de acompañamientos a las entidades productivas para colocar su producción en los programas públicos, Orientación y acompañamiento de la comercialización interna y en los procesos de exportación. Impulsar la industrialización agropecuaria en las zonas cuyas sistemas de producción y sus potencialidades lo amerite, IV.- COMPONENTE DE EVALUACION: estaría dirigido a monitorear, fiscalizar y realimentar cada proyecto y programa que se ejecute en este Plan. La República Dominicana, ya no tiene tiempo para perder, sea por ley o por decreto se necesita un marco regulatorio que ponga a la mayor brevedad posible, sobre los rieles de un verdadero Plan consensuado para reconvertir el sector agroalimentario de nuestra nación en todos los niveles. No compartimos la opinión de muchos de nuestros colegas funcionarios de que los pequeños y medianos productores solo les queda el camino de salir del aparato productivo nacional porque ellos mismos se han descartado para competir; tampoco la de otros que opinan que la solución es la creación de 12 bolsas agropecuarias más. Estas posiciones, sin lugar a duda, son el camino a las importaciones masivas y a la indolencia pues hay que preguntarse qué hemos hecho desde el 1998, cuando comenzaron nuestros competidores, hasta la fecha para equiparar nuestro aparato productivo. El presidente de la República Lic. Danilo Medina ha dado suficientes pruebas de que quiere mejorar las condiciones de vida de los pequeños y medianos productores Nacionales. De hecho, si se estudia lo que el Presidente realiza los fines de semana encontraremos varios componentes en común entre lo que debe incluir un Plan de Reconversión y el accionar del presidente. La ley 251-12 le confiere al Consejo Nacional de Investigaciones Agropecuarias la atribución de propiciar la realización de foros y mesa de discusión sobre temas relevantes que afectan el desarrollo del sector agropecuario y forestal. La Reconversión del Sector Agroalimentario de Republica Dominicana es probablemente el tema de mayor relevancia en estos momentos por tanto el CONIAF está en disposición de conjugar el accionar de su plan operativo con las responsabilidades que se le asigne en este proceso.