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República (del sufrimiento) Dominicana

31/08/2013 10:50 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

República (del sufrimiento) Dominicana

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Por JM Rodríguez

A mis 58 años, no puedo decir que he sido feliz en mi país, la República Dominicana. Igual que yo, debe haber cerca de la mitad de la población; tal vez más, que tampoco han disfrutado de la vida en su propio territorio. Y es que una gran masa de familias dominicanas no tiene asegurado el acceso a alimentos básicos. Son miles y miles las familias que se van a la cama sin haber probado alimentos en el día. Y ese cuadro lo vemos cada día con dolor, porque por razones de la vida, siempre he vivido en sitios marginados o suburbios, donde la pobreza es más evidente y puedo decir con propiedad de lo que planteamos. Niños que gritan a los padres por un pedazo de pan que los padres no tienen.En su desesperación, el padre o la madre le dicen a los hijos frases, más o menos como esta:"hijo no tenemos nada en la casa, toma un vaso de agua y vamos a dormir". Y agregamos, si es que hay agua; porque es otro fenómeno de sufrimiento para muchas familias, sin empleo ni recursos y por lo tanto, no tienen acceso sostenible, estable al agua potable, igual inestabilidad a los servicios de vivienda, salud, educación, transporte, electricidad, recreación, etc, parámetros que sin imprescindibles para medir el Indice de Crecimiento Humano en los países.

Los alimentos no tienen precios, los pone la oferta y la demanda y la especulación e intermediación hacen su agosto y aprovechan.Eso ocurre con la oferta de bienes y servicios. En el rango de los alimentos, el alicaído INESPRE, es poco lo que puede hacer para poner una sombrilla entre la especulación y el pobre, porque no se le asignan los recursos para esa batalla gigantesca.

La autoridad de Educación luce derrotada frente al desafío de los colegios privados que se creen con el derecho a explotar a los padres que osan enviar sus hijos a esos negocios establecidos por el retiro del Estado de lo que es su responsabilidad, otorgar educación gratuita a la población.

El transporte, otra área estratégica, responsabilidad del Estado que está en manos de los negocios privados, con el auspicio de los gobiernos y los partidos políticos de turno en el poder, en busca de ampliar su matrícula electoral.

La vivienda, es otro negocio masivo de lo privado. El Estado interviene en algunos casos en que la emergencia es evidente, y facilita una que otra habitación a través del INVI alicaído, que fabrica espacios para el urbanismo privado. Pero no se puede asegurar que haya una política sostenible en materia de viviendas. Por otro lado, son numerosos los escándalos originados en el reparto de algunas habitaciones cuando estas se otorgan a algunas familias; los funcionarios y políticos con poder buscan la manera de traficar con su influencia o quedarse con las unidades a través de testaferros. De viviendas de interés social, el INVI, pasó a construir con fondos públicos apartamentos lujosos a los que más pueden. Vaya usted a saber...Y habrá algunos que por politiquería y corruptela gubernamental deben tener más, de un alojamiento.

La electricidad, otra área de responsabilidad estatal, ha sido entregada a lo privado también para que con otros negocios derivados, incluyendo el de las tarifas y los cobros, tan altos que los pobres no pueden pagar, para que hagan capital, muchas veces, sin haber invertido nada, apadrinados por influyentes políticos de turno.

Con la salud ocurre lo mismo, la proliferación de clínicas y hospitales privados es en respuesta a la debilidad o retiro estatal de otra responsabilidad dejada a la deriva, con pocas o ninguna regla. Los edificios de lo que ayer fueron hospitales públicos, se llenan de pobres buscando curar sus enfermedades, con poco éxito.

Podrán decir las autoridades que han instalado más sistemas de acueductos que años atrás. Se lo compramos, pero tuberías de distribución sin agua, no completa la obra. En cientos de barrios, la gente tiene que acudir a la compra de agua a granel o en botellones para el consumo. Compra quien puede, sacrificando el presupuesto del día para la alimentación. Este drama es el día día en los caseríos alrededor del casco urbano de las principales metrópolis de República Dominicana.

Los atractivos naturales y la gentileza del dominicano, que imantan a los turistas para venir a República Dominicana y a veces a repetir la visita, son el contraste del infierno de vida que se agota en el país, con todas las limitaciones inimaginables para la gran población y con pocas esperanzas de que este cuadro cambie en el corto plazo.

La mala calidad del agua, su ausente monitoreo para evitarle a las familias adquirir enfermedades infecto-contagiosas otrora superadas como el cólera, es un ejemplo del descuido talvés adrede para facilitarle el lucro a lo privado. Si hay desconfianza en consumir agua de los grifos es porque todos sabemos que no está bien tratada y se puede adquirir enfermedades. Ahí entra el comercio de agua supuestamente apta para el consumo y hay miles de empresas que venden agua, posiblemente sin la estricta supervisión estatal y como resultados, brotes de enfermedades todo el año, en distintos lugares y hospitales llenos y cementerios atestados de difuntos.

El caso más cercano ha sido el de San Cristóbal, donde más de 60 personas debieron ser atendidas por los médicos, contagiadas. El patólogo Sergio Sarita Valdéz le dijo a un programa radial matutino que el Cólera no existía en la isla hasta el 2001, cuando unos soldados de los que han ocupado a Haití o MINUSTAH, lo introdujo desde su país y se ha regado como pólvora, incentivado por malos hábitos de higiene y mala calidad del agua que es distribuida para tomar.

Los mosquitos se comen a la gente, ya no se fumiga. Las viviendas están llenas de esta plaga, y apenas se le dice a la gente que para evitar el dengue, le echen cloro a los depósitos y los tapen, recojan los corotos de los alrededores de la casa, etc. y ya. Mientras el dengue ha tomado más vidas, innecesariamente, porque no hay fondos para fumigar en un país tropical donde el calor y la humedad le caracterizan y favorece el desarrollo de la larva del mosquito. El sufrimiento nos acompaña y acompañará, hasta el final de los días. Amén


Sobre esta noticia

Autor:
Modesto Rodriguez (23811 noticias)
Fuente:
antillas1.blogspot.com
Visitas:
960
Tipo:
Reportaje
Licencia:
Distribución gratuita
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