El antiguo rey de Bulgaria Simeón de Sajonia-Coburgo-Gotha, de 76 años, mostró su descontento este jueves por la devolución al Estado de propiedades que habían sido restituidas a la familia real hace 15 años.

"Nosotros, búlgaros, nos desacreditamos ante el mundo. Los extranjeros que escuchan que el Estado restituye propiedades pero que después las recuperan, reflexionarán dos veces antes de invertir en Bulgaria", declaró en su página web.

Un tribunal de Sofía aceptó en los últimos días en primera instancia que el Estado recupere el palacio de Sitniakovo, en la estación de invierno de Borovets (suroeste), y un chalé de caza que habían restituido a la familia real. El antiguo monarca apeló la decisión.

La Corte Constitucional había autorizado en 1998, tras la caída del comunismo, la restitución a la familia real del palacio de Vranya, en las afueras de Sofía, el palacio de Sitniakovo, dos chalés de caza, una casa y 1.600 hectáreas de terrenos montañosos y bosques.

Pero en 2011, el gobierno del conservador Boïko Borissov, que espera volver al poder tras las elecciones legislativas que se celebran a principios de octubre, presentó tres demandas para que el palacio de Sitniakovo, uno de los chalés de caza y el palacio de Vranya (sobre el que aún no se ha celebrado juicio), se devolvieran al Estado, considerando "ilegal" su restitución a la familia real.

Estas propiedades habían sido nacionalizadas en 1947, un año después de la proclamación de la república y de la expulsión de la familia real. Simeón II de Bulgaria había ascendido al trono con seis años, en 1943, y solo reinó hasta 1946. Regresó al país en 2001, tras más de 55 años de exilio.