El aeropuerto de Castellón, símbolo de los excesos del sector de la construcción, acogerá en septiembre, más de cuatro años después de su inauguración, sus primeros vuelos comerciales, realizados por la compañía irlandesa Ryanair, ha informado la empresa este miércoles.

Ryanair volará desde este aeropuerto, situado a una decena de kilómetros de la costa mediterránea, hasta Bristol (suroeste de Inglaterra) dos veces por semana durante el verano. La compañía también volará al aeropuerto de Londres Stansted, tres veces por semana durante el verano y dos durante el invierno, afirmó el gestor canadiense del aeropuerto, SNC-Lavalin, en un comunicado.

"Estas dos líneas directas marcan una etapa mayor en el desarrollo del aeropuerto de Castellón, y también para todo el turismo en la región de Valencia", aseguró el gestor. "La oferta propuesta por la compañía Ryanair representará por ella sola cerca de 18.000 pasajeros para el año 2015" y cerca de 61.000 en un año entero, afirmó, aunque la capacidad de acogida del aeropuerto es de dos millones de pasajeros anuales, precisó.

La construcción de este aeropuerto fue aprobada en plena burbuja inmobiliaria e inaugurado en marzo de 2011. Sin embargo, no contaba con los permisos necesarios para acoger vuelos y permaneció vacío durante cerca de cuatro años.

Además, está a sólo una hora del aeropuerto más cercano, el de Valencia. Por otro lado, las infraestructuras de Castellón debían, en principio, servir para un enorme conjunto de ocio que nunca llegó a ver la luz.

El aeropuerto recibió el 11 de diciembre de 2014 los certificados necesarios para la circulación aérea y desde entonces ha acogido vuelos privados, "así como los vuelos del Villareal FC y del FC Barcelona", según el comunicado.

Castellón no es un caso aislado, otros aeropuertos nunca recibieron vuelos o muy pocos, como el de Ciudad Real, 200 kilómetros al sur de Madrid, cuya construcción costó 1.000 millones de euros, o el de Huesca.