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El presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, proclamó este sábado que en su primer año de gestión desarticuló 200 grupos criminales y reconoció que el país es inseguro desde hace muchas décadas.
"Estamos trabajando directamente para golpear a los grupos criminales que existen en el país. Hemos desarticulado 200 grupos de estructuras criminales y hemos llevado a la cárcel a 10.000 personas que han cometido delitos", destacó el mandatario durante su programa Gobernando con la Gente, que la Radio Nacional transmitió desde San Juan Opico, 41 km al norte de San Salvador.
Bajo la bandera del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda), Sánchez Cerén asumió la presidencia para un mandato de cinco años, el 1 de junio de 2014, y el lunes deberá presentar en el Congreso su primer informe de la gestión realizada.
En el último año de la gestión presidencial, el país se registró un promedio de 12 homicidios por día, en su mayoría cometidos por las violentas pandillas que se disputan territorio para extorsionar y vender droga.
"A mí no me preocupa que los medios de comunicación digan que no hemos hecho nada en la seguridad (...) porque el país es inseguro desde hace muchas décadas. Nosotros lo que estamos haciendo es disminuir la violencia en el país", señaló.
Durante el primer año de mandato, según Sánchez Cerén, en los país se "reorganizaron" los centros penales, con base a la peligrosidad de los internos y para "evitar que desde las cárceles se dirigiera la extorsión".
En el país hay 12.851 pandilleros encarcelados, pero en las calles circulan otros 60.000, según estimaciones oficiales.
En enero pasado, el Consejo Nacional de Seguridad, que aglutina a representantes del gobierno y la sociedad civil, estimó que El Salvador deberá invertir 2.100 millones de dólares en los próximos cinco años en el combate a la violencia.