La FIA se ha vuelto a mostrar tajante en sus normas y protocolos con respecto al coronavirus. Esta vez, teniendo que poner un castigo ejemplar después de que Pawel Bulm, director de la empresa de catering Motorsports Location Catering, encargada de tal servicio en el Rally de Montecarlo, haya falsificado las pruebas PCR de algunos de sus empleados.

Los comisarios del rally, avalados por la FIA, no se ha andado con rodeos y han sancionado a Bulm con seis meses vetando su acceso a ningún parque de trabajo de ninguna prueba amparada por la Federación, hasta el próximo 24 de julio. El director ha pagado como responsable de que fuese la empresa quien presentó resultados alterados de dos trabajadores.

Pese a no ser participantes en el evento, ambos empleados también han sido privados de sus acreditaciones y expulsados del rally, aunque según diversas fuentes, podrían recurrir esta sanción. De todos modos, ante la incertidumbre del estado de salud de los dos trabajadores, el pasado jueves fueron puestos en cuarentena y tras sus resultados, deberían de poder volver al parque de trabajo, si la FIA da el visto bueno.

Por su parte, Blum reconoció haber falsificado los resultados ante los delegados de la FIA encargados de supervisar los protocolos del COVID-19 y argumentó que la suspensión de su vuelo desde Amsterdam no hizo posible que pudieran tener los resultados de los tests con las 96 horas de antelación exigidas.

"No obstante, la falsificación de los documentos de la prueba PCR se considera un hecho muy grave por el incumplimiento de los artículos 12.2 de ISC. La declaración presentada por el Sr. Blum no puede ser aceptada de ninguna manera como circunstancia atenuante o un lapsus", señalan desde la organización.