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La NRA (Asociación Nacional del Rifle) es el lobby de armas más importante de EE.UU. Y es quien decidirá cualquier modificación en el comercio de armas y la venta a países poderosos o emergentes
Esta vez le ha tocado el turno a la policía de Denver (Colorado), el reportar un tiroteo durante un concierto. Lo mismo podía ser en el campus de una Universidad o en una escuela. Se informó que había tres heridos, según LA Times, sin especificar si son muertos o heridos.
Según el departamento de Policía de Denver, el tiroteo tuvo como escenario el Red Rocks Amphitheatre en donde tenía lugar un recital hace pocos días.
Por otra parte, horas después Washington Informó que había cuatro niños y dos adultos muertos y una séptima persona en "estado crítico" tras el tiroteo en el área metropolitana de la ciudad de Houston (Texas). La policía del condado de Harris donde ocurrió el suceso, estaba atónita.
Se desconoce por el momento el móvil del tiroteo, aunque todo indica que se trata de una disputa doméstica cerca de Houston.
Tras todas estas horrendas y absurdas matanzas de una cadena sin fin, se han producido después de una gran manifestación nacional contra las armas en Washington. Un compungido Barack Obama ha dicho que son necesarias “acciones significativas” para prevenir nuevas tragedias derivadas de la posesión masiva de armas por los norteamericanos. El presidente anunció algo similar tras el tiroteo contra una congresista y la muerte de seis personas en Tucson, hace más de dos años. Después de los dos últimos tiroteos de Colorado y Texas, Obama repitió su discurso.
Nada parece políticamente significativo en los comentaros de Obama después de esas muertes que denota que el tema de las armas es problema fuera de control de la Casa Blanca y del Congreso de EE UU. Tampoco había ocurrido nada políticamente después de atentado de Columbine o de la masacre de la Universidad de Virginia, hace años. Obama acusa duramente a los republicanos, y puede tener razón, por su apatía política sobre el control de armas. O, mejor, su negativa a mover la primera ficha. Porque el presidente sabe que los republicanos nunca legislarán contra una situación que no solo es conforme a sus más arraigados principios, sino les favorece claramente. Pero tampoco están haciendo nada los demócratas, temerosos de perder votos. Obama ha pasado siempre como sobre ascuas por el control de armas de fuego desde su campaña electoral hasta hoy, pese a haber prometido renovar la prohibición de las de asalto, impulsada por Bill Clinton y que expiró en 2004.
Más de un millón de personas han muerto a tiros en EE UU durante los últimos cuarenta años. El dato hace más explosiva y vacía retórica el tema exprimido hasta la saciedad por los poderes públicos de que pronto la Casa Blanca tomará la iniciativa de un “adiós a las arma” en un país en el que cualquiera tiene acceso a las armas más mortíferas sin necesidad de presentar siquiera un documento de identificación.
Estados Unidos adora las armas. Un 69% de la población confiesa haber disparado alguna vez. La Segunda Enmienda impera y lo permite
Los niños incluso han intervenido en alguna de esas operaciones con armas que organizan los mayores en familia -durante el week-end- y un 47% reconoce que tienen como mínimo un arma en su casa, según encuesta de Gallup.
La Segunda Enmienda de la Constitución norteamericana, reconoce, incluido el actual Tribunal Supremo, el derecho a poseer armas de fuego. La Segunda Enmienda fue redactada por James Madison, un sureño, socio de Thomas Jefferson, para mitigar las sospechas de sus paisanos sobre la intención de los federalistas de Nueva Inglaterra de crear un estado central poderoso y opresivo al final de la guerra civil americana. Esa enmienda dice, textualmente, que “siendo necesaria una bien regulada milicia para la seguridad de un estado libre, el derecho del pueblo a tener y portar armas no debe de ser abolido”. Sobre ese texto se han hecho mil interpretaciones diferentes casi desde el mismo momento de su publicación. Algunos juristas, incluidos miembros de otros anteriores tribunales supremos, entienden que se refiere exclusivamente a un periodo anterior a la creación de un ejército nacional de EE UU, cuando las milicias eran aún el principal cuerpos de protección de los ciudadanos, con las rudimentarias armas de defensa personal que existían en aquel momento. Pero que mataban
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Los sucesivos inquilinos de la Casa Blanca (y eso que el venerado Abraham Lincoln murió en atentado de arma de fuego), ni los líderes del Congreso se han atrevido a suprimir o mostrado el menor interés en modificar una de las más formidables lacras de un país que se dice faro de los derechos humanos. Obama ya no tiene ninguna elección porque se arriesgaría a perder el electorado si mostrara el coraje de trasladar a los hechos sangrientos casi diarios a sus mensajes bla-bla-bla. El presidente no podría dejar mejor legado a sus compatriotas que impulsar una estricta legislación sobre armas en que cambie el derecho a poseerlas que para una mayoría de americanos debe provenir de Dios aunque no sean creyentes, o en fin está inscrito en la Constitución. Es un escudo protector, un arma arrojadiza parecida a la del señor Rajoy maneja en España. No parece ser de naturaleza humana.
En todo caso, en este país ha imperado, ciertamente, un espíritu de desconfianza hacia el estado que llevó a muchos ciudadanos a asumir ellos mismos la responsabilidad de proteger a sus familias. Ello se une a un estilo de vida, en comunidades alejadas de los centros urbanos, que hace difícil el incumplimiento por parte de muchas autoridades de su obligación de mantener segura a la población. Ese es un problema que ha sido debatido durante décadas sin encontrársele solución. Los políticos están obligados, en última instancia, a respetar las leyes y la voluntad de los ciudadanos. También el grado de corrupción de sus diversas policías, todas de gatillo fácil, son caldo de cultivo de las bandas, mafias y clanes.
La (NRA) Asociación Nacional del Rifle, que es el lobby más poderoso en materia de armas, se ha convertido en un negocio lucrativo, pero es legal y constitucional
Lo que es discutible es que esa particularidad de la sociedad norteamericana justifique el comercio de armas que se ha producido en los últimos 40 años y, especialmente, en los últimos diez, en los que el FBI ha calculado que el número de armas se ha duplicado. Hay que recordar que aunque la utilización de la Segunda Enmienda para amparar la posesión de armas no ha sido siempre como hoy, pero casi. Como recuerda la profesora de Harvard Jill Lepore en un artículo en The New Yorker, Malcolm X animó a sus seguidores a armarse, con base en la Segunda Enmienda, y, en los años sesenta, los Panteras Negras reclamaron el derecho a la autodefensa con la misma excusa constitucional.
La Segunda Enmienda, conectada a las raíces de esta nación, ha sido sobre todo utilizada por la Asociación Nacional del Rifle (NRA), el principal lobby del sector, para la defensa de un negocio muy lucrativo que ha crecido desproporcionadamente en los últimos años .Es legal y constitucional.
Fue, sin duda, la irrupción de la (Asociación Nacional del Rifle (NRA) en la política lo que llevó las cosas hasta el punto en que hoy están: 300 millones de armas en manos privadas y unos 30.000 muertos al año -incluidos unos 14.000 por suicidios por arma de fuego. La NRA existe desde mediados del siglo XIX, pero siempre fue una organización de aficionados a los juegos de guerra de fines de semana, a la caza y al manejo de las armas nuevas, en su sentido más recreativo.
Su transformación en lobby de la industria del armamento no se produjo hasta 1975, y su participación en política, algo más tarde. Ronald Reagan fue, en 1980, el primer candidato presidencial oficialmente respaldado por la NRA. Desde hace casi 15 años, el ascenso de la NRA ha sido vertiginoso. Hoy es la organización que más dinero gasta en campañas políticas y que más influencia tiene en el Congreso, donde muchos de sus miembros le deben el escaño. Y en la campaña electoral. Su estrategia es sencilla: sembrar el miedo para que la gente se anime a comprar armas. Con Barack Obama en la Casa Blanca, lo que se ha producido es más miedo y… más venta de armas, también para el trafico internacional. Los fabricantes de armamento se frotan las manos.
También es cierto que Obama que para todos era un pacifista, es el padre e impulsor de los drones (aviones sin piloto) que matan personas indiscriminadamente con misiles teleguiados en Pakistán, Yemen, Afganistán y Kurdistán Y ahora viene otro escenario suculento: Irak, con sus yihadistas y el terror. Como Israel. El último año, el NRA alcanzó un récord histórico de ventas. El origen de todo esto está en la cultura de las armas desde los días de los padres de la patria, pero también en la inacción. .
Alguien que ha colaborado poderosamente en la difusión de las ideas de la Asociación Nacional del Rifle, es el actor Charlton Heston hasta su muerte.y no se le conciba sin un Remington a mano.
Ni un paso atrás, es el lema la Asociación Nacional del Rifle. Quien tuviese un atisbo de esperanza de que una de las organizaciones más reaccionarias y fachas del país entonase al menos un tímido ‘mea culpa’ ante la contundencia de 20 féretros blancos infantiles consecuencia del tiroteo que ha hemos descrito antes y los recién ocurridos en Colorado y Texas, habrá salido indignado de las ruedas de prensa que ofrecen los sheriff, después de las masacres. La respuesta de la NRA a las matanzas es enfrentarlas con más armas y otras policías especializadas, reclutada entre veteranos de Cuerpos Especializados o exmarines.
Si la discusión política del ciudadano medio se centra en como aplicar restricciones a las armas de fuego, la NRA anunció al día siguiente de una matanza un plan que sitúa un agente armado a la entrada de todos y cada uno de los centros educativos y administrativos del país. Con licencia para matar.
“Las leyes no son la respuesta”, ha dicho Wayne Lapierre, el vicepresidente del lobby político más poderoso del país. “La única manera de detener a un tipo malo armado es un tipo bueno mejor armado”, ha declarado sin pestañear Wayne Lapierre, número dos de la NRA (Asociación Nacional del Rifle), que ha sido presentado a la prensa por el presidente del grupo, David Keene, quien ha advertido que no aceptarían preguntas ni foros sobre el tema
Las masacres de personas inocentes en universidades o en escuelas han agotado la paciencia del americano medio
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Sin remordimientos, desafiante y a la ofensiva, Lapierre ha declarado que lo sucedido en Connecticut hubiera tenido un resultado muy diferente si en Sandy Hook hubiera habido alguien armado y con el entrenamiento necesario. “Se hubieran salvado vidas inocentes”, ha asegurado el vicepresidente de la NRA. “Todos aceptamos que se protejan con policías los bancos, los aeropuertos, las plantas energéticas, incluso los estadios deportivos”, ha proseguido un impasible Lapierre que ya había sufrido la aparición de un espontáneo que portaba una pancarta que calificaba a la NRA de asesina. Poco más tarde sufriría otro más, este a cargo de una mujer a la que se llevaron a la fuerza mientras gritaba consignas contra la Asociación del Rifle. “Los hombres que protegen al presidente llevan armas, entonces ¿Por qué no nosotros para proteger a los más inocentes y vulnerables, los niños?
Acto seguido, Wayne Lapierre pidió al Congreso de Estados Unidos que deje de gastar dinero en ayuda internacional y actúe “inmediatamente” y de los pasos necesarios para poner “policías armados en cada colegio de la nación”. “Ya habrá tiempo de hablar y debatir después”.
En opinión del número dos de la NRA, no se puede esperar a que pase el siguiente crimen innombrable para hacer algo. “No podemos perder un tiempo precioso en debatir una legislación que no va a funcionar”, ha advertido antes de ceder el podio al congresista Asa Nutchinson, que trabajó en la Agencia antidrogas durante la Administración de George W. Bush, y ha sido el hombre elegido por la NRA para poner en marcha el programa para armar los colegios y dar la réplica a la Casa Blanca en su esfuerzo por controlar las armas
El director Michael Moore (Oscar al mejor documental, año 2.000), es el que mejor ha plasmado la ignorancia de Hollywood sobre el tema armas
Entre las personalidades que el director de cine Michael Moore entrevistó en el documental del que en seguida hablaremos, se encuentra el actor Charlton Heston -el ‘Moisés’ de la película “Los Diez Mandamientos” de Cecil B. DeMille-. uno de los líderes más influyente en la historia de la Asociación Nacional del Rifle, quien huyó vergonzosamente de la entrevista cuando se le pidió una opinión sobre otro desastre ocurrido cuando un niño de 6 años disparó un arma contra una niña de casi la misma edad. Michael Moore se limitó a colgar la foto de la niña fallecida al lado de la de Heston evidenciando esa ignorancia de parte de este mismo actor quien también en sus películas ha usado armas de fuego y alabado al igual que otros actores de acción.
Aunque no es de la que más muertos se cobró, probablemente la de Columbine (Colorado) sea la matanza de estudiantes que mayor impacto haya ocasionado en EE UU. Naturalmente entre la clase estudiantil es la más "popular". La masacre quedó registrada en las cámaras del circuito interno de seguridad del centro. “Bowling for Columbine” (titulada “Un país en armas” en Argentina y “Masacre en Columbine” en México) es una película documental dirigida por el director norteamericano Michael Moore. Ganó un premio Óscar a la mejor película documental y ha sido admirada y repudiada casi por igual por los pros y contras. Se empezó a proyectar el 11 de octubre de 2002. El documental toma como punto de partida la masacre del instituto Columbine para realizar una reflexión acerca de la naturaleza de la violencia en su país.
Michael Moore con su habilidad magistral aborda
Varios temas que pudieran servirnos para este reportaje: la violencia en las escuelas americanas, el uso de armas por parte de civiles y la ‘Teoría del miedo’, integrante de la paranoia social norteamericana. Es la historia de nunca acabar.
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Desde el punto de vista de Michael Moore, sus compatriotas viven absortos en el miedo y la ignorancia, causados principalmente por los medios de comunicación, y hace mucho énfasis en el hecho de que la única salida que encuentre la mayoría de la población sea la posesión de armas de todo tipo y que su comercialización sea tan natural que cualquier persona pueda adquirirlas en un supermercado. También expresa que ese tipo de idea lo inculca desde la infancia la influencia paterna y los medios de comunicación... Moore recalca que la sociedad americana posee el concepto erróneo de que “Por tener armas se es más responsable y está más seguro ante cualquier agresión desde fura de casa o en el liceo” o “Si no tienes armas eres un tipo muy descuidado e irresponsable”...
También en el documental Michael Moore hay un post donde se describe una hace breve recapitulación de la historia norteamericana, enfocándose a los antiguos peregrinos que llegaban de Europa, huyendo de las persecuciones de la Inquisición, , quienes al sentirse inseguros y sin protección llevaron al territorio a un estado permanente de miedo, lo mismo ha ocurrido con otros colonos de épocas recientes, pasando por la época de la guerra civil y la esclavitud junto con el empresario armamentista de la época, Samuel Colt, la fundación de la The National Rifle Association (NRA) y la consideración como grupo terrorista al Ku Klux Klan coincidiendo en el mismo año así como la segregación racial que se dio en años posteriores causando la migración de los grupos de raza blanca a los barrios de los suburbios donde permanecen a salvo según sus ideales
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A pesar de que el tema fue levemente “debatido” en la cumbre de la ONU 2012, la respuesta de Barack Obama fue diplomáticamente tajante: “estamos dispuestos a debatir el tema, pero creemos firmemente que tenemos razón”
En la reciente ceremonia de fin de curso de la Academia Militar de West Point, el 28 de mayo pasado, el presidente Barack Obama confesó que cree con cada fibra de su ser en el excepcionalismo de su país sobre cualquier otro en el mundo, y enfatizó, en exaltado discurso nacionalista, que Estados Unidos es y sigue siendo la única nación indispensable. Esta mentalidad abiertamente imperial que se asienta en la creencia cuasirreligiosa de que Estados Unidos constituye un Estado-nación escogido y predestinado, con derechos y responsabilidades en el ámbito planetario autoasignados y por encima del marco jurídico internacional establecido particularmente en la última posguerra.
Con esa mentalidad y razonamientos, la Segunda Enmiendo, que permite la compraventa de armas para matar no es un pronóstico aventurado decir que Barack Obama perderá las próximas elecciones.
¿Por qué Estados Unidos se opone tan energéticamente al actual estado en el tema de las armas?
En términos económicos, EE.UU. resulta el principal beneficiado. Industrias que lucran directamente con esta situación de apatía ante los peligros que le acechan toman medidas ofensivas estilo la NRA. No se desarman, se rearman:
1. Industria de las armas. Según Lauren Lyster (2013) el impacto económico total de este sector es de 31.800 millones de dólares anuales en los EE.UU (equivalente a más de dos veces el presupuesto público de Nigeria) para el presente año. Es importante aclarar que esas cifras son únicamente en relación a la venta al detalle. Incluida, la venta de armas a los países emergentes de Latinoamérica o de Asia. No incluye las utilidades generadas por la industria de la guerra o los contratos multimillonarios entre el gobierno y compañías de tecnología militar. Esto último es una problemática previamente abordada por intelectuales e investigadores norteamericanos: la relación entre las políticas federales, los congresistas, la industria de la guerra, las fuerzas armadas, contratos de compra de países poderosos o emergentes y los flujos de dinero que todo ello representa han sido denominadas por los académicos norteamericanos como el military-industrial-congressional complex -donde la ilegalidad de las drogas juega un rol importante- y se describe desde los años 30´ como una de las amenazas más serias a la democracia de ese país y del mundo.
2. Industria de seguridad privada. Tanto para aspectos financieros y virtuales, como también espacialmente en instituciones, comercio, barrios, condominios privados etc…
3. Entre la industria de la guerra y de la seguridad privada, se encuentran las compañías militares privadas. Aquéllas poseen contratos multimillonarios con el gobierno federal de EE.UU., y proveen diversos servicios, por ejemplo en relación al Plan Colombia, (detectar cultivos ilegales y brindar entrenamiento militar a la fuerza pública local. Diez años atrás estas industrias generaban ganancias de 100 mil millones de dólares anuales (Yeoman, 2003).
4. Industria carcelaria. EE.UU es el país que mayor población carcelaria tiene en el mundo, tanto en términos brutos como relativos: 2.5 millones personas se encuentran presas en ese país, 1 de cada 4 prisioneros del mundo entero. De ese total, un 25% cumple condena por algún delito vinculado a las drogas (aclu.org, 2011). Se estima que los últimos años las dos compañías más grandes, el grupo GEO (ex Wackenhut) y la Corrections Corporation of America (CCA), invirtieron alrededor de 45 millones de dólares en lobby (Thinkinprogress.org, 2012) en pos de sus intereses económicos: tener más presos. Durante el 2010, sólo la primera compañía mencionada, obtuvo ganancias de 1.270 millones de dólares (Truth.org, 2012).
5. Tecnologías de vigilancia. No sólo son cámaras, operarios, profesionales, tecnologías de escaneos, alta tecnología satelital, y vigilancia para pasos fronterizos y mares, sino que intervenciones espaciales-arquitectónicas, producción de conocimientos -universidades, inversiones enormes en tecnología y capital humano, generación de softwares y tecnologías de vigilancias virtuales y de redes-. Hay un sinfín de industrias de tecno-vigilancia, cuya sofisticación e implicancias son difíciles de imaginar para un ciudadano común, que venden servicios de vanguardia. Si un ciudadano común puede ver todo el mundo mediante Google Earth, ¿qué son capaces de ver las centrales de inteligencia más poderosas del globo? Todas estas tecnologías representan un creciente nicho de negocio.
6. Las drogas son también parte ineludible de la cultura norteamericana. 22 millones de ciudadanos norteamericanos se declaran abiertamente consumidores habituales de drogas (National Survey on Drug Use and Health, 2010), aproximadamente un 9% del total de su población, lo que representa casi la mitad de los consumidores del mundo. De ahí que para gran parte de su población es obligatorio someterse a pruebas de drogas en muchísimos sectores laborales (público, privado, transporte, seguridad, o deportes entre otros). Un 60% de los empleados están sometidos a alguna política de drogas desde su empleador. Además, el testeo de drogas es, por ley, parte de una infinidad de procedimientos penales e investigativos. Según un informe de la consultora Trimark (2011), se espera que en el 2015, la industria reciba ingresos brutos de 2.700 millones de dólares.