Globedia.com

×
×

Error de autenticación

Ha habido un problema a la hora de conectarse a la red social. Por favor intentalo de nuevo

Si el problema persiste, nos lo puedes decir AQUÍ

×
cross

Suscribete para recibir las noticias más relevantes

×
Recibir alertas

¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Modesto Rodriguez escriba una noticia?

Similitud fallas geológicas Japón-México

09/04/2015 09:10 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

MÉXICO POSEE FALLA COMO LA QUE CAUSO EL TERREMOTO DE 9 GRADOS EN JAPÓNPosted: 07 Apr 2015 08:40 PM PDTLa falla ubicada en la costa del Pacífico mexicano posee características similares a la de Japón, que derivó en un terremoto de 9 grados con invasión marina, advirtió la académica María Teresa Ramírez Herrera.imageDe acuerdo con la investigadora del Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), tras la experiencia aprendida en el archipiélago japonés es importante considerar a estas megafallas como puntos de atención.

Explicó que el terremoto que registró Japón el 11 de marzo de 2011 se convirtió en un parteaguas en el conocimiento sísmico, ya que generó un cambio de paradigma debido a su inesperada magnitud.

Ello se debe a que el conocimiento tradicional refiere que las zonas de subducción, como en la que ocurrió el sismo, no se desplaza constantemente ya que las placas tectónicas se hallan atoradas e inmóviles.

Sin embargo, lo ocurrido hace cuatro años demostró que puede presentarse un rompimiento de la falla en la parte superficial de manera inesperada, precisó la académica en un comunicado.

Advirtió que la experiencia de Japón nos obliga a considerar que no existe una zona de subducción que podamos excluir de experimentar un megasismo.

Esto lo subrayo porque en la zona de subducción mexicana se ha afirmado que no puede ocurrir uno así, lo mismo se decía para Indonesia y Japón, pero ocurrió", subrayó.

Explicó que se creía que las megafallas como las de Japón y México no se mueven completamente al mismo tiempo porque hay unos segmentos que están atorados y son los que acumulan energía; sin embargo, hay otros que sí se mueven lentamente y liberan energía.

No obstante, en el caso de Tohoku, Japón, se movió toda la falla, tanto la zona que estaba "atorada" como la que se movía lentamente, lo que derivó finalmente en el movimiento sísmico de nueve grados de magnitud.

La experiencia permitió descubrir que se trató de un desplazamiento relativo entre las dos placas de 80 metros que deformó el geoide (la forma de la tierra), lo que es un nuevo conocimiento para el campo que estudia los sismos.

Ramírez Herrera puntualizó que en el caso de la costa del Pacífico mexicano, que abarca de Nayarit y Jalisco, hasta Chiapas, existe una zona de megafalla en un límite de placas similar al de Japón.

Se trata, dijo, de un área de subducción que tiene una extensión aproximada de mil kilómetros y si se moviera como un solo bloque al mismo tiempo, se produciría un megasismo que potencialmente podría alcanzar magnitud nueve.

La académica que trabaja el rubro físico del fenómeno sismológico y de tsunamis, indicó que son evidencias geológicas las que aportan información para establecer, incluso, los denominados periodos de recurrencia de un fenómeno.

Destacó que a través de la paleosismología es posible conocer la historia de los sismos y tsunamis antiguos, aunque en el caso de México los registros con instrumentos apenas tienen cien años o menos.

En ese sentido, advirtió que si consideramos que las placas se formaron hace cuatro billones de años, lo que conocemos de los sismos es apenas "un segundo en la historia de la Tierra".

Aún así, aseguró que es posible apoyarse en el estudio y ubicación de los sedimentos y estratos, evidencia de grandes tsunamis y sismos, lo que a la larga se convierte en más trabajo geológico.

De esta manera, se puede considerar como referencia la información sobre varios eventos en el pasado, como en Jalisco, donde hallamos la evidencia geológica del primer sismo instrumentalmente medido, ocurrido en 1932 y con magnitud 8.2.

Con el registro geológico también descubrimos otro tsunami que se dio en el siglo XIV. Asimismo, en 1787 sucedió un sismo de magnitud estimada de 8.6, que produjo un tsunami en la costa de Oaxaca e inundó hasta seis kilómetros tierra adentro y del cual también identificamos la evidencia geológica", expuso.

Aclaró que hasta el momento no existe la predicción, pero con el conocimiento geológico sabemos qué probabilidad de repetición existe en cierto periodo.

Los eventos tan grandes no son tan frecuentes, pero debemos crear alertas y educar a la población, establecer leyes de construcción con rigor y determinar sitios donde pueda refugiarse la población, finalizó.ALERTA VOLCANES: CUANTO FALTA PARA LA PROXIMA MEGAERUPCION?Posted: 07 Apr 2015 08:20 PM PDTHan pasado 200 años de la peor erupción volcánica registrada en la historia, la del volcán Tambora en Indonesia, que afectó el clima en todo el globo. Según expertos, no estamos muy lejos de un evento similar.image Dio señales de vida con tres años de anticipación. Pero nadie en ese entonces podía sospechar lo que volcán Tambora, en la isla de Sumbawa, en Indonesia, se traía entre manos.

Ocurrió en abril de 1815 y fue la mayor erupción volcánica en la historia de la humanidad de la que se tenga registro.

La ráfaga de lava y ceniza cargada de millones de partículas de azufre se elevó hasta unos 30 kilómetros de altura, alcanzando los límites del espacio.

Su sonido fue tan intenso que se escuchó a más de 2.500 kilómetros de distancia.

Cuando la erupción cesó y el manto de oscuridad se fue levantando poco a poco, los primeros rayos de luz revelaron un panorama desolador: un paisaje gris, inerte.

La erupción mató en el acto a más de 12.000 personas que vivían en las laderas del volcán y en las zonas aledañas.

Pero esta cifra no es nada en comparación con las otras 60.000 que perecieron más tarde en una lenta agonía a causa de las hambrunas y las enfermedades provocadas por el colapso de las cosechas -no sólo en Europa sino también en América del Norte- malogradas por la nube de cenizas.

El año siguiente se conoció en Europa como el año sin verano. Dicen que muchos de los cielos tornasolados del pintor británico J. M. W. Turner le deben su color a las cenizas del Tambora.

Y la primera novela reconocida de ciencia ficción también cobró vida también gracias a la furia del volcán.

¿Qué posibilidades hay de que se repita un evento similar?

"Erupciones como estas ocurren cada dos o tres siglos, por eso creemos que una similar podría ocurrir dentro de relativamente poco tiempo", le dice Bill McGuire, Profesor Emérito de Geofísica y Peligros Climáticos del University College de Londres, y autor de numerosos libros e investigaciones de vulcanología.

"Pero cuándo o dónde es algo que no podemos predecir con exactitud".

"El problema es que hay alrededor de 1.500 volcanes activos y, por falta de dinero o pericia, sólo se están monitorizando unos 100 o 150".

Por otra parte, un informe de la red de vulcanólogos Global Volcano Model y de la Asociación Internacional de Vulcanología y Química del Interior de la Tierra publicado en enero, advierte que las probabilidades de un evento como el de 1815 son de un 33%.

Aunque las aseveraciones de McGuire puedan parecer alarmistas, el científico aclara que, en todo caso, "ninguna erupción tiene lugar sin una advertencia previa".

"Siempre se produce primero una señal, porque para que el magma llegue a la superficie necesita romper la roca y esto da lugar a terremotos. También necesita crear espacio y por eso la superficie del volcán se hincha. Todas estas son señales que podemos detectar".

En el caso del volcán indonesio la advertencia se produjo con años de anticipación. A veces, señala McGuire, el alerta puede producirse con una antelación de pocos meses o incluso semanas.

Actualmente no hay signos de una erupción inminente, similar en escala a la del Tambora, dice el experto.

No obstante reconoce que hay algunos volcanes, como por ejemplo el Uturuncu en Bolivia, que muestran señales de crecimiento, y esto podría generar una erupción masiva en el futuro.

Sin embargo, añade, "los volcanes muchas veces crecen pero luego se encogen. El magma llega hasta la corteza terrestre pero nunca hace erupción".

"Para un vulcanólogo es extremadamente difícil diferenciar entre este tipo de comportamiento y el que da lugar a una erupción", dice McGuire.

Consecuencias En cuanto a las consecuencias el experto cree que aunque la globalización pueda suavizar el impacto (si las cosechas fracasan en un región del mundo se podrían importar productos agrícolas de otra zona), también sería la causa de que se sintiese más profundamente en regiones del globo que quizá no estén directamente afectadas.

"La erupción de un supervolcán reduciría la disponibilidad de alimentos, cuyo valor aumentaría de forma dramática", dice McGuire.

Como ocurrió con el Tambora, otro de los efectos tiene que ver con la reducción de las temperaturas.

Pero aunque a simple vista esto pueda parecer una ventaja si tenemos en cuenta el calentamiento global, McGuire argumenta que el enfriamiento no perdura lo suficiente como para que el impacto sea positivo.

Otro efecto concierne a la comunicación aérea.

Basta recordar cómo la nube de cenizas lanzadas por el volcán islandés Eyjafjallajokull en abril de 2010 -una erupción mínima en comparación con la del Tambora- obligó a la cancelación de más de 100.000 vuelos en Europa y ocasionó pérdidas millonarias.

Diez volcanes para no perder de vista

En particular (sin importar el orden), el investigador recomienda seguirle la pista a estos diez volcanes: Laguna del Maule (Chile), Uturuncu (Bolivia), Montes Albanos (Italia), Campi Flegrei (Italia), Yellowstone (EE.UU.), Monte Fuji (Japón), Mammoth Mountain (EE.UU.), Askja (Islandia), Monte Paektu (Corea del Norte/China) y Cumbre Vieja (Las Palmas, Islas Canarias, España).

En el caso del volcán de La Palma, el riesgo no reside tanto en la potencia de la erupción, sino en que ésta "puede provocar el deslizamiento de su ladera oeste hacia el Atlántico Norte y esto daría lugar a un tsunami".

Ramón Ortiz, vulcanólogo del Centro Superior de Investigaciones Científicas, en España, no concuerda con la opinión de McGuire.

"Aunque se produzca un deslizamiento, su efecto sería exclusivamente local, por las dimensiones de la isla".

"Para que sea un tsunami grande como el de Indonesia o Japón, la fractura tiene que ser de varios cientos de kilómetros, sino el tsunami se disipa enseguida", le dice el investigador a BBC Mundo.

"No creo que éste sea uno de los volcanes de mayor riesgo para el planeta".

"Si tenemos otro (en las Islas Canarias) que puede hacer una erupción más grande. Es el Teide (en Tenerife), pero está muy controlado y el sistema de alerta funciona perfectamente".

Clive Oppenheimer, vulcanólogo del Departamento de Geología de la Universidad de Cambridge, Reino Unido, en cambio, sostiene que, basándose en los registros prehistóricos, "muchos de los eventos volcánicos han ocurrido en Indonesia. Es un país tan activo, desde el punto de vista de los volcanes, que creo que ese sería un lugar que no hay que perder de vista".

En todo caso e independientemente de cuál sea el volcán que entre en erupción, McGuire considera que los gobiernos deberían planificar para este evento y contar, entre otras cosas, con provisiones para abastecer a la población por un período de seis meses o incluso un año.


Sobre esta noticia

Autor:
Modesto Rodriguez (23811 noticias)
Fuente:
antillas1.blogspot.com
Visitas:
5666
Tipo:
Reportaje
Licencia:
Distribución gratuita
¿Problemas con esta noticia?
×
Denunciar esta noticia por

Denunciar

Comentarios

Aún no hay comentarios en esta noticia.