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A finales del año, pasado, la pugna entre PSOE y Unidas Podemos en relación a la subida del salario mínimo se saldó con una victoria momentánea de los socialistas: a punto de terminar enero, la cifra sigue fijada en los 950 euros en 14 pagas. No obstante, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, advirtió entonces de que no daba la batalla por perdida, y el Ministerio tiene previsto retomar en las próximas semanas la negociación con los agentes sociales sobre el asunto.
En diciembre, el bloque liderado por la patronal, la ministra de Economía, Nadia Calviño, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, impuso la congelación del salario mínimo contra el criterio de Díaz argumentando que lo más conveniente es esperar a que la recuperación económica comience a afianzarse. Sin embargo, Trabajo fue igual de claro: dejar el salario mínimo en 950 era "absolutamente descartable", y más teniendo en cuenta que el alza que planteaba la ministra era de apenas el 0, 9%, en línea con la inflación.
Los sindicatos tampoco aceptan que se haya dicho la última palabra sobre el tema, y por ello esta semana anunciaron que celebrarán concentraciones frente a las subdelegaciones del Gobierno de todas las provincias el próximo 11 de febrero. Las reivindicaciones son tres: derogar la reforma laboral, acabar con la reforma de las pensiones y, en el más corto plazo, reconsiderar la subida del salario mínimo.
CCOO y UGT critican que, a su juicio, el Ejecutivo ha dado "derecho de veto" a la patronal argumentando que no subirá el salario mínimo si no hay acuerdo de empresarios y trabajadores. Y el líder de CCOO, Unai Sordo, exigió a Trabajo que, "una vez que se ha contrastado que no hay acuerdo", mueva ficha.
Fuentes del Ministerio no ofrecen detalles sobre cuál va a ser su próximo movimiento, pero sí dan la razón a los sindicatos en que el hecho de que la patronal insista en mantener el salario mínimo en 950 euros no puede significar automáticamente el fin de la negociación. Por ello, estas fuentes explican que en las próximas semanas el Gobierno tomará la iniciativa y presentará su oferta de subida del salario mínimo, aunque será después de que termine de negociarse la nueva ley de riders . Para cerrar estas conversaciones está prevista una última reunión que aún no tiene fecha.
A efectos legales, lo cierto es que el Ejecutivo no necesita del apoyo ni de la patronal ni de los sindicatos para aprobar en Consejo de Ministros una subida del salario mínimo, pero Díaz ha hecho bandera de su intención de negociar con los agentes sociales el mayor número de medidas posibles. Así, por ejemplo, se pactó la última subida del salario mínimo, y también con apoyo de empresarios y trabajadores se han aprobado todas las prórrogas de los ERTE, pese a lo duras que han sido en algunos momentos las negociaciones.
El escollo principal, no obstante, no está en que se mantenga la falta de acuerdo entre sindicatos y patronal a la hora de elevar el salario mínimo, sino en que esa falta de acuerdo también sigue patente en el Consejo de Ministros. Sánchez, Calviño y, en general, el bloque socialista del Gobierno consideran que un aumento del salario mínimo sería negativo, pese a que más de la mitad de los países de la UE han elevado este indicador.
"Está abierto el debate en el seno del diálogo social, y sin duda vamos a cumplir con el acuerdo de Gobierno", planteó Díaz con respecto al salario mínimo este viernes. "Nunca doy fechas porque el diálogo social no permite dar fechas, pero dejadnos trabajar, el diálogo social requiere de discreción y tranquilidad", señaló la ministra. La última palabra no parece estar dicha.