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Un militar turco y siete rebeldes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) murieron en unos incidentes separados en las últimas 24 horas en el sureste de Turquía, anunció el Estado Mayor turco.
Un soldado, gravemente herido por la explosión de una bomba casera en Bingol (este), murió poco después, indicó el ejército en un comunicado difundido el jueves por la tarde.
Horas antes, habían estallado violentos enfrentamientos en la región montañosa de Agri, fronteriza con Irán y cerca de Armenia. La policía replicó al lanzamiento de cohetes de los rebeldes kurdos contra un puesto de la gendarmería y mató a "tres terroristas".
La agencia de prensa prokurda Firat afirmó que dos de las tres personas muertas eran en realidad adolescentes de 15 y 16 años que trabajaban en una panadería de la localidad. "Es una ejecución", afirmó el abogado del partido prokurdo HDP, Dirayet Tasdemir, citado por Firat.
Más al sur, a pocas decenas de kilómetros de Siria e Irak, en Silopi, nuevos tiroteos opusieron a rebeldes y soldados. Cuatro "terroristas" murieron en estos enfrentamientos, según el Estado Mayor turco.
El 24 de julio, Ankara declaró la "guerra al terrorismo", dirigiéndose simultáneamente contra los rebeldes del PKK y los combatientes del grupo Estado Islámico (EI) en Siria. Desde entonces, Turquía vive una fuerte escalada de la violencia, con bombardeos diarios contra la guerrilla kurda, que combate, por su parte, al Estado turco y a los islamistas.