En esta época del año nos apetecen tartas frescas que no requieran de horno ni de pasar mucho tiempo en cocina, por eso nos inclinamos por este tipo de tartas que cuajan en frío y que están tan ricas. Esta tarta es una verdadera delicia. El café que le añadimos a la base de galletas es todo un lujo y le da una jugosidad exquisita. La tarta perfecta para llevárnosla donde queramos.

El café debe de ser rico, de calidad y sobre todo, tenemos que tenerlo bien conservado en casa. De la misma manera que cuidamos y protegemos a nuestro aceite de oliva virgen extra, el café es otro de los ingredientes que hay que mimar y cuidar. Nada de exponerlo al sol, nada de dejarlo abierto. Lo suyo es que lo guardemos en recipientes que cierren bien y en un lugar que no le de el sol, el mejor lugar siempre será el frigorífico. Si el café es molido perfecto, si el café es en grano, siempre hay que moler el café justo que vamos a usar para que así no pierda nada de su sabor y de su olor.

Esta tarta es la tarta perfecta para llevarla a la oficina y tomarla con un delicioso café. Últimamente tenemos ya en la gran mayoría de las oficinas máquinas expendedoras de café con sistemas nuevos y novedosos donde nos ofrece unos café exquisitos gracias a sus sistemas de envasados al vacío y a que solo se dispensa en el momento la cantidad justa de café a utilizar, conservando siempre así todo los aromas y sabores.

Ni lo dudes, un buen café y un trozo de tarta, y las tardes en la oficina serán mucho más llevaderas este verano mientras esperas tus vacaciones.

Ingredientes

• 200 gr de galletas tipo maría
• 200 gr de mantequilla
• 1 vasito de café recién hecho
• 500 ml de nata de montar
• 300 gr de dulce de leche
• 6 hojas de gelatina
• 1 tableta de chocolate de fundir
• 200 ml de nata de montar

Preparación

• Trituramos las galletas con la mantequilla a temperatura ambiente y el café, nada mejor para ello que la Thermomix, 10 segundos velocidad 6.
• Pasamos la masa que se nos ha hecho a un molde de aro desmontable. Presionamos bien y guardamos en el frigorífico.
• Ponemos el dulce de leche en un cazo, a fuego muy lento para que se caliente. No debe de hervir, solo calentar un poco para que se quede manejable.
• Metemos las hojas de gelatinas en un bol grande con agua fría.
• Ponemos los 500 ml de nata de montar, fría, en nuestro robot de cocina y montamos con la varilla. Reservamos.
• Escurrimos bien las hojas de gelatinas y las pasamos al dulce de leche caliente.
• Ligamos con unas varillas de mano, hasta que estén bien integradas las hojas de gelatina.
• Mezclamos el dulce de leche que tenemos con la gelatina, con la nata montada.
• Hay que añadir poco a poco, a modo de hilos para que la nata no se nos baje mucho.
• Pasamos la mezcla que hemos obtenido al molde donde tenemos la base de galletas.
• Llevamos al frigorífico al menos 4 horas para que se cuaje bien.
• Derretimos el chocolate con los 200 ml de nata de montar.
• Desmoldamos la tarta y ponemos el chocolate sobre la superficie.
• Dejamos en el frigorífico hasta que el chocolate cuaje.
• Lista nuestra tarta.

Sencilla, rica, rápida. Una tarta perfecta. Si nos la vamos a llevar a la oficina, pondremos el chocolate por encima sin desmoldar el aro, de esa manera desmoldaremos en la oficina directamente, en el momento de servir.

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