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Hubo una persona sin la cual probablemente Picasso se hubiera perdido ante la descomunal labor que le esperaba. Esa persona fue la encantadora Dora Maar, su tercer amor. Sin ella, el impacto final de la obra hubiera podido ser muy otro
El tema de Guernica es la brutalidad del fascismo:
la chispa es Gernika (II)
En marzo-abril de 1937 Franco había lanzado su ofensiva para tomar Madrid y luego de limpiar España de la canalla marxo-separatista, descansar antes del octavo día. Pero sin fuerzas de tierra alemanas que le ayudaran a entrar en la ansiada capital, la empresa le fue imposible.
Hitler no podía darle infantería: hubiera sido demasiado descarado para la No-Intervención… Pero sí su Luftwaffe (Aviación) a la que bautizó, eufemísticamente, como la Legión Cóndor, y camufló sus aviones con la enseña de la “Aviación Nacional“. Era, en teoría, capaz de romper ciudades abiertas por la destrucción y el horror, auque tal cosa había que ensayarla en vivo, sobre cobayas humanos.
Por indicación del Mariscal Sperrle, jefe de la Legión Condor, Franco eligió Guernica. El ensayo se haría, el día (el más concurrido, día de feria, un lunes de 26 de Abril), que el Generalísimo marcó en el calendario con un círculo rojo.
Ramón Unamuno encabeza la manifestación pacífica de París
Tras la derrota de Franco y Mola en Madrid, se había organizado con suficiente antelación una manifestación de presencia republicana. Los exiliados vascos estaban invitados… El coro vasco Eresoinka que había actuado el domigo 25 en un teatro parisino estaba allí en pleno. Llevaba la voz de los vascos en guerra a toda Europa y era admirado en Paris donde se preparaba para ir a Londres. Interpretaba como pieza obligada el “Gernikako Arbola”, del bardo Iparraguirre, un canto al árbol de las libertades, del siglo XIX, que tiene un mensaje vasco y universalista ¿Una premonición? No. Habían desfilado por París personajes vascos importantes de esos días como Antonio Guezala, Sota, Enrique Jordá, etc…
Paris, lunes 26 de Abril de 1937.Al día siguiente de la actuación del Coro Eraesoinka, los vascos de Paris(no había muchos todavía)organizaron una demostración pacifica, sin altavoces ni pancarta. La policía francesa no hubiera tolerado otra cosa. No era muy masiva, aunque sí invitados republicanos ilustres y los del coro Eresoinka.
Dejando la cama del hospital a pesar del consejo médico, estaba allí, con todos, un joven de apellido famoso, Ramón Unamuno, hijo del pensador vasco Miguel de Unamuno, ex-rector de la Universidad de Salamanca. Un mes atrás le había alcanzado una granada fascista hiriéndole de c0nsideración en la cara y en un ojo. Ramón Unamuno, era gudari en las Milicias Vascas que colaboraban en la defensa de Madrid.
Allí iba como podía en cabeza de la manifestación – agarrándose del brazo de la guerniquesa Concha Lizarraga-. Era una demostración para apoyar a las Milicias Vascas de Madrid, que se habían distinguido en la defensa de...con Jesús de Galíndez, como teniente. Ramón estaba mal y quedó mal sin visión de un ojo. La manifestación recorría el centro de París. A decir verdad, los manifestantes iban en silencioso, y se sentían más los insultos de la gente del público francés que esogans de “agitadores” republicanos o comunistas o vascos. En Francia dominaba la derecha de Leon Blum, que boicoteaba al gobierno de la república y confiscaba las armas que los republicanos trataban de introducir en España por el pirineo vasco.De todas formas los gendarmes no hubieran tolerado ningún desorden de las izquierdas españolas en los Campos Elíseos.
Habían corrido rumores de que Gernika estaba en llamas, lo cual se confirmó en el transcurso de la demostración.Y desde dentro de aquel grupo se oyeron gritos "subversivos".. "¡Muera Franco!", "¡Gora Euskadi!", ¡Viva la Repúbica!!" y un pequeño grupo empezó a cantar el himno Gernikako Arbola, pero pronto se calló y por orden de los gendarmes el grupo terminó por disolverse en las calles de la capital... El pintor Urcelay, vio a Juan Larrea desaparecer del grupo en que estaba y a alguien que le buscaba le sugirieron que se le podría encontrar en casa de Picasso, pues tenía la intención de cenar con él y comunicarle la noticia del bombardeo de Gernika..
Era la Francia del socialista Leon Blum, que no solo no ayudaba a la república sino que la boicoteaba.Era ya la No Intervención. Los propagandistas y agentes de Franco en Francia se movían a su antojo guiados por la Quinta Columna. Los franquistas se manejaban a su libre albedrío con ayuda de los gendarmes, casi todos los alcaldes y los prefectos, etc…
Así estaba el exágono en 1937 y luego vendríaa savarla el "Marechal" Petain, simpatizante de los alemanes. No intuan siquiera lo que les venía encima. El 70% de los franceses deseaba el neutralismo para Francia o sea la colaboración con Franco.
La Legión Cóndor proporciona brutalmente un tema a Picasso: Gernika.
A primeros de enero de 1937 se había comprometido a pintar el mural del Pabellón de la Republica Española –a fin de que lo viera todo el mundo- en la Exposición Internacional que debía inaugurarse aquel verano en Paris.
El mural cubriría el ancho muro que iba desde la entrada del hall del pabellón de la República hasta el stand de Euskadi. Según su amigo Larrea, el pintor estaba bastante deprimido. No encontraba el tema o mas bien no encontraba el catalizador, el impulso vital que todo artista u hombre de acción necesita para dar un paso adelante.
Dejemos hablar a Juan Larrea, sintetizando en lo posible sobre el ambiente republicano en París ese día…
“Sobrevino la ofensiva del General Mola, en el País Vasco con muchos horrores y desdichas. Se sucedieron los bombardeos de Eibar, de Durango y otras localidades –entre ellas Bolivar, de egregio nombre- destrozado por la misma aviación que en seguida detonara el fulminante de la explosión en la gran masa de las conciencias libres".
"La comunidad artística, tan importante en Paris, no solo compartía la consternación por las noticias pesimistas que llegaban de España. El pesimismo embargaba a la inmensa mayoría, de forma prácticamente obsesiva y total. En parte justificado por el culto al general Franco compartido por el gobierno francés. Y eso lo comprobaban a diario los españoles residentes allí y entre ellos quien esto escribe. Como cabeza visible de la gente que se expresa en el lenguaje universal de la plástica, Pablo Picasso se veía asediado por artistas y escritores pro-republicanos que esperaban de él una palabra figurativa que formulase sutil pero de forma tanginble la angustia opresiva que padecíamos todos y que, al descargarla, nos procurase algún alivio y consuelo".
Los sentimientos de Picasso eran sobradamente conocidos. Republicano de cepa, es decir, partidario de un régimen distinto al que reinaba en la España de sus años mozos del que se había distanciado totalmente, se manifestó en esta ocasión con firmeza desde el 18 de julio 1936 día del alzamiento de Franco y sus generales.
A primeros de enero de 1937 –según hemos dicho antes- se había comprometido a pintar el mural del Pabellón de la Republica Española –a fin de que lo viera todo el mundo- en la Exposición Internacional que debía inaugurarse aquel verano en Paris.
Y en ocasión de la firma del compromiso de pintar el mural del Pabellón de la República, había prometido al profesor José Gaos, comisario de la Delegación encargada de llevar a cabo los proyectos del pabellón, realizar una serie de aguafuertes de tamaña postal, de su obra “sueño y mentiras de Franco” que pudieran distribuirse entre los visitantes por unos francos que ayudaran a sostener a las fuerzas populares que combatían en España a las fascistas.La serie la realizó en su mayor parte de inmediato, el 8 de enero, para terminarla a primeros de junio. Ya que no podía incorporarse a los frentes de batalla como un miliciano más, Picasso facilitaba ayudas económicas a quien se las pedía para intervenir en la lucha. En febrero, marzo y abril mientras se construía el pabellón republicano, Picasso vivía como el que más, un estado de tensión angustiosa por los odiosos incidentes internacionales y la fiereza de aquel drama atroz. El espectáculo de los políticos de la No-Intervención le tenía acomplejado.
¡Gernika! El nombre de la villa vasca, apenas conocido en Paris y fuera del ámbito regional, brincó de pronto en la escena internacional con la vibración de una moneda de oro golpeada en el mármol mejor bruñido; brincó dispuesto a convertirse en el santo y seña de una emoción universal contigua a la que desde hace siglos mantiene en vigencia los valores esenciales de nuestro mundo.
A Picasso, el “Guernica” le hizo escapar de este mundo y que por un largo momento olvidó su compromiso político y artístico con quien le contrataba,
A la inocencia inerme, a la personificación urbana del espíritu de paz y concordia democrática, se enfrenta descarada, cínicamente, la perfidia de los príncipes del genocidio y la barbarie de la romana clerecía soldadesca. Contra los pacíficos desarmados, los desalmados siniestros. Si Madrid era desde el siglo XVI la capital de las Españas, en el XX las naciones se dieron cuenta de que por derecho prioritario de antigüedad, Gernika era la ciudad basal de la democracia europea”.
La prensa lleva a Picasso un cuadro de horrores: la total destrucción de Gernika
Picasso se enteró del bombardeo el 29, por “L´Humanité”. Lo que quiere decir que Larrea no fue a su casa después de la manifestación republicana de Paris.
Un telegrama traducido del “Times” de Londres, en L’ Humanité, del 29 de Abril, dio a Picasso la descripción de los horrores de Gernika, villa indefensa. Ese ejemplar del periódico se lo consiguió su amigo Bergamin
Picasso quedo absorto, luego se enfureció al leer las 1.012 palabras en que el corresponsal del “Times”, sobre el lugar del bombardeo, George L. Steer, su hijo George era gran amigo nuestro. El corresponsal del periódico inglés, detallaba de forma inverosímilmente exacta los detalles más minuciosos y vitales para hacerse una idea cabal de la brutalidad y de la Legión Cóndor. Steer era testigo de la masacre. Estaba allí, aunque una hora después del bombardeo, viendo la gran hoguera desde la distancia hasta que pudo llegar a Bilbaoo a enviar su telegrama a Londres.Picasso complementó su información el día 30, con un reportaje fotográfico de “Ce Soir” que publicaba tres grandes ampliaciones del atroz suceso, elegidas por su director Azagan y comentadas por Mathieu Corman (belga). Con eso y la lectura de “Le Matin” se hizo una composición de lugar suficiente para ponerse a pintar el 1º de Mayo, fiesta del trabajador, justo cuando una manifestación de medio millón de personas recorría Paris, dando gritos contra Franco. Sin que nadie (del gobierno francés) la escuchara y la valorara.
Según todas las apariencias y algunos testimonios, fue la propia cólera que le produjo el bombardeo de Gernika la que inspiró a Picasso, súbitamente, la ejecución inmediata del mural prometido al gobierno de la república del que nada había preparado desde su encargo, hacia mas de medio año. Es, en efecto, un hecho que el 1º de mayo, fecha el artista los primeros bocetos y que, a partir de entonces, no paró hasta presentar el lienzo terminado en su estudio da fines de mismo mes.
Parece pues evidente la relación de causa a efecto. La atrocidad de Gernika, la inspiración-acción. También le proporciono el impulso vital para algo urgente y complicado.
El artista pensó, al parecer, al principio, pintar el mural al “fresco”, una de las raras técnicas ausente de sus múltiples formas de expresión, y que llegó incluso a consultar con algún colega especializado. Parecía la más adecuada a la índole de la obra y las grandes dimensiones del muro a llenar. Pero la dificultad de pintar in situ durante el montaje del pabellón y, por otra parte, su provisionalidad intrínseca debieron decidirle por el lienzo. Gracias a ello existe hoy el “Guernica”.
Esta circunstancia le obligó a adaptar un estudio capaz de albergar –inclinado- un bastidor de casi cuatro metros de alto.
Hubo una persona sin la cual probablemente Picasso se hubiera perdido ante la descomunal labor que le esperaba. Esa persona fue la encantadora Dora Maar, su tercer amor. Sin ella, el impacto final de la obra hubiera podido ser muy otro, porque ella le fue mostrando el camino por medio de fotografías de los bocetos y una vez en el lienzo final, supo aglutinar las interconexiones de todos los elementos, absolutamente heterogéneos y dispares de su proyecto. El la llamaba “mi musa privada”.
Al genio o talento le guían a través del inconsciente quizás freudiano, el “inner thinking”- para hallar la correspondencia (el paralelismo) entre el pensamiento creador y su imagen racional- Su habilidad artística, sus conocimientos históricos y hasta prehistóricos y su experiencia, le fueron naturalmente indispensables. Pero en este caso necesitaba en cada momento conocer el nexo correspondiente con lo plasmado el día anterior y allí estaba la fiel Dora con todas las referencias impresas: las fotografías. Se ha hablado de Larrea, de Paul Eluard, etc… pero poco pudieron hacer. Algunas dotes personales podrían ayudarle en otras obras, pero no en el “Guernica”.
Las imágenes de los tres primeros personajes, de los nueve que protagonizan el mural, son el “plot” de una auténtica novela de misterio y para seguir su trayectoria desde el 1º de mayo 1937 en que empezó a pintar, hasta que completó los 45 bocetos, habría que sumergirse en la cultura enciclopédica de Picasso, que desde los cinco años de edad había, no sólo recibido sino asimilado imágenes. También habría que bucear en aguas mitológicas e históricas. Creo que Jorge Oteiza ha sido uno de los mejores analistas de esos aspectos.
Para negar Gernika como inspiración siquiera del “Guernica”, algún necio ha dicho que no hay rastros de multitudes huyendo despavoridas, ciudades destruidas o, incluso ni aparece el escudo de Gernika, etc… La idiocia humana no conoce límites. El bombardeo de Gernika actuó como catalizador de imágenes del consciente y hasta del inconsciente grabadas en el alma de Picasso por los relatos que leyó en la prensa, las fotografías de “Ce Soir” y de sus recuerdos y vivencias de medio siglo. Como suceso actual barbárico, inédito en la historia de la humanidad, por desgracia, el único en esos momentos era Gernika. El cubismo desarrolla cierto apetito en el pintor de primitivismo de ahí que la crudeza en muchos de los bocetos de Picasso, sus símbolos o arquetipos estén revestidos, de adornos de civilizaciones no actuales sino hasta de tiempos mitológicos.
Las “musas” de Picasso: Dora Maar y el horror de Gernika
La noticia de la total devastación de una ciudad, llena de seres humanos y de rebaños de ovejas y caballos que habían sido llevados al mercado de Guernica, ese lunes. El famoso espíritu de libertad de los vascos, simbolizado por el Árbol. El ametrallamiento de mujeres y niños que huían de los cazas italianos sin rumbo ni refugio posible, la sangre mezclada de animales y personas que hacía charcos en la plaza de una de las iglesias, Santa María. El ruido ensordecedor de los aviones Junker. La noche en pleno día causada por el polvo y el humo de cien incendios. La desesperanza, el cinismo de la casta militar, los ayes de dolor humano y animal. La aniquilación de la resistencia, el fin de un mundo… mezclados con el furor suyo propio (del pintor)… Esos fueron las otras “musas” del “Guernica”, cuando pintó el primer boceto aquel 1º de mayo 1937.
No eran abstracciones o pesadillas, todo eso existía. La bestia lo había hecho posible… Los griegos llaman locos a los hombres que se dejan guiar por sus “musas”, pero si esto es cierto, allí estaba Dora Maar para despertarle de su locura. Picasso tenía que condensar el lunes negro de Gernika, en tiempo y espacio. Era más que una escena de la guerra de España. Gernika resumía un mundo, dos, tres, cuatro guerras… El despiadado bombardeo desde el aire de una ciudad inerme inédito en la Historia hace aún hoy que pronunciar el nombre de Gernika equivale a decir Bagdad, Hiroshima, Dresden….
Claro que no hay mural en que quepan todas las secuencias de un film de largo metraje. Si alguien quiere eso: ¡que llame a Spielberg! O si algún otro piensa que el testimonio histórico de un genocidio no está suficientemente expresado en blanco y negro en el “Guernica” todo el horror, que apele a los archivos de un buen fotógrafo de los que se distinguieron en esa u otras guerras: Frank Capa, Cartier Bresson o Jordan, quien probablemente tomó las fotografías del histórico “Ce Soir”, que angustiaron a Pablo Picasso aquel 30 de abril l937, en cuanto las vio incrédulo sentado en una cama en Grands-Augustins.
Pensar que esa prodigiosa concentración mental que necesitó Picasso para pintar el “Guernica” le hizo escapar de este mundo y que por un largo momento olvidó su compromiso político y artístico con quien le contrataba, también resulta ridículo.
En entrevista publicada después en “Lettres Francaises”, documento único, pues Picasso apenas “sabía” hablar, sin embargo el propio pintor declaró lo siguiente a Simone Déry: “¿Qué cree usted que es un artista? ¿Un imbécil que sólo tiene ojos si es pintor, orejas si es músico o una lira en todos los pisos de su corazón si es poeta o, incluso, únicamente músculos si es boxeador? Muy por el contrario, un artista es, al mismo tiempo, un ser político, un ser humano, un pintor, que se halla permanentemente alerta ante los acontecimientos ardientes o dulces, agradables o desagradables del mundo y sabe amoldarse a ellos y a su propia imagen. ¿Es que es posible desinteresarse por completo de los demás hombres y en virtud de qué elefantina despreocupación podría uno desentenderse de vidas que tan copiosamente se sacrifican todos los días?
Juan Olavide mi “musa” para saber, de niño, toda la verdad.
Quien esto escribe era niño y supe del bombardeo por mi tío Juan Olavide Carrera, ex ingeniero militar retirado, que dijo a mi padre en San Sebastián como un gran secreto el cruel destino de Guernica, ” Los “peques” deben callarlo porque nos puede costar la vida a todos si hablaban”. Y especificó que Guernica lo habían destruido los bombardeos alemanes, no fue incendiado por los vascos. Por supuesto no hablamos. Era un secreto sagrado. El chocolate con churros de tía Jacinta se nos había quedado en la garganta.
Vivíamos en San Sebastián, zona ya ocupada semanas antes por las heterogéneas fuerzas del General Mola. El 70% de la población, había evacuado hacia Bilbao. Mi padre Joaquín Elosegui Alday, Director de Hacienda con el Concierto Económico, (que se recaudaba por “cupos” cada Diputación) lo pasó bastante mal (depuraciones, excedencias, responsabilidades políticas, etc) como casi todos los que se quedaron, leales a la república.Fue detenido y encerrado en la cárcel de Ondarreta.