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Lo que es de ley, es de ley. Hace unos días critiqué el mal trato recibido en un Ambulatorio de Valencia capital. Ahora debo contar como fue el trato en el Hospital General de la Avenida Tres Cruces de Valencia.
Sería injusto no contar como fue el trato que recibí ayer en el Hospital General Universitario de Valencia, en la Avenida Tres Cruces 22.
Fuí de Urgencias aquejado de un problema que me inhabilitaba para poder hacer una vida normal, además de que soy positivo en Covid desde el día 7 de Julio y sigo sin mejorar.
Al acudir al mostrador de Urgencias, dije que tenía el Covid (como información para el tratamiento y para que tuvieran cuidado con no contagiarse y por si la estadística les interesaba) y me miraron como si fuera un marciano subiendo y bajando los hombros y me preguntaron literalmente ¿y qué?¿que quiere?¿que le pasa? ¿algo más ? Parecía que estaban a punto de decir: que pase el siguiente....
Me dió risa comprobar que eso ya no es una enfermedad, aunque las personas sigan muriendo.
Entonces le dije lo que me aquejaba como más grave y que suponía era una secuela del mismo Covid.
En el informe previo no indicaron ni como información complementaria que tenía Covid, y no me hicieron la prueba del mismo para verificarlo... en fin...
Una vez superado ese trámite y con la pulserita de papel pegada a mi muñeca, pasé a la Sala de espera con sillas, donde en una pantalla van apareciendo las letras y números que te identifican como paciente registrado y serás llamado.
Una voz robótica y sin entonación, dice tus letras y números cuando te toca y los va escribiendo en la pantalla.
Pasas entonces, una vez te llaman los robots a lo que llaman Triaje y ahí es donde explicas con más profundidad lo que te pasa.
La persona que me atendió primero no pareció darle importancia a lo que me pasaba, pero al explicárselo y entenderlo mejor, fue mucho más agradable, pues al principio me preguntaba a mi ¿por qué me pasaba lo que me pasaba? y yo le dije : oiga mire, para eso estoy aquí para que lo averiguen y me curen.
Vale, entonces a la persona se le encendió la luz del entendimiento y decidió que no estaba perdiendo el tiempo para nada, que no estaba allí para pasar la mañana (rara idea para una persona de mi edad) que no buscaba beneficiarme de una baja o algo así...,
Me hizo regresar a la sala de espera y esperar. Un rato después me llamaron y me dijeron que pasara al médico 5. Pasé a través de una puerta y un pasillo y llegué a una sala.
Con personas así en Sanidad, uno llega a sentirse protegido, en buenas manos y en familia, jooo es algo muy bonito...Graciasssss
Dentro había una señora médica muy agradable que me hizo las preguntas pertinentes, le conté lo que me pasaba y le dije que tenía el Covid 5 días.
Me comentó que lo que me pasaba no había sido fijado como secuela, pero que podía ser una nueva secuela.
Fué agradable, normal y humana, me trató con humanidad y me tranquilizó, me hizo sentir bien.
Me pusieron en una camilla y me llevaron a otra sala a través de algunos pasillos.
El trato fue exquisito, todo fueron mujeres y todas educadas, simpáticas y profesionales. Cada vez tengo más claro, que sin mujeres la Sanidad Pública se va a la porra, como tantas otras facetas de la sociedad, pero ésta necesita de su sabiduría, su entrega y su bondad, algo encomiable.
Me hicieron análisis de sangre, me sondaron, me hicieron placas de rayos x y todo fue sin violencias, ni agresividades, ni una mala cara, ni un mal gesto.
Todas las personas que me trataron fueron mujeres, todas con una sonrisa y un ánimo alucinante, con humor y con trato humano y cariñoso.
Estoy superagradecido por ese trato y me gustaría que eso pudiera llegar a muchos sitios, pues para mi eso es merecedor de una medalla, sanitarias, bedelas, y todo tipo de personal médico femenino con un nivel de profesionalidad como la copa de un pino y un cariño al que no estamos acostumbrados.
Sólo hablé con un hombre al final, cuando me iba, que fue el que me dió el informe de asistencia, y también fue super agradable y atento, y me explicó perfectamente y con paciencia (pues yo estaba mareado) lo que tenía que hacer en mi Ambulatorio para que el proceso siguiera y me enviaran a un especialista y me viera mi médido de Cabecera.
Sólo tengo agradecimiento para todas esas personas que me trataron como a un ser humano, que me ayudaron en todo y que me hicieron sentir que no estaba solo (como así era) como si fueran de mi familia.
Por lo cual, elevo tres hurras por esas personas sanitarias de ese Hospital, que merecen lo mejor :. Hurra, Hurra y Hurra.
Oleeeeeee