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UNA MOSCA MOLESTOSA
JM RODRÍGUEZ
Desde hace unos años, en los oídos de funcionarios gubernamentales sobrevuela una "mosca" algo molesta, pero que al parecer a ellos le agrada. Pero esta mosca es diferente a la común; habla y sabe de finanzas. Es una mosca internacional porque anda por los países con una "receta" universal: ajustes drásticos y cueste lo que cueste. El objetivo es claro y preciso, matemático: lograr que los países reduzcan el déficit, equilibren su macroeconomía, de manera que se pongan en condiciones de cumplir con su deuda externa. Nada más le interesa al Fondo Monetario Internacional (FMI), que los países le paguen a los prestamistas a los que sirve.
En la República Dominicana ese FMI, por encima de las circunstancias, porque apenas le interesa la política y los problemas sociales, ha estado recomendando a funcionarios serviles que aumenten la tarifa de electricidad. Un servicio desacreditado, malo, caro, deficiente, inseguro, inestable y de muy mala calidad, que tiene harta a la población con los cortes "administrativos" de hasta 12 y 15 horas en algunos lugares.
El FMI no toma en cuenta qué impacto puede tener eso en la población, simplemente de manera fría lo exige, porque tiene su objetivo claro, y le agrada para alcanzar las metas en el corto plazo, recomendar impuestos en las áreas de consumo masivo, no selectiva.
Parece que el FMI que pretende saber tanto de los países, ignora que más del 60 por ciento de la población dominicana que trabaja, gana unos 10 mil pesos al mes y que cada vez que el mercado y el gobierno lo permite, moviliza en espiral la inflación ese mínimo ingreso que le sirve a los funcionarios y los ejecutivos del Fondo para comprar mentas y agua en botella o algunos refrescos, cada vez tiene menos poder de compra para quienes lo reciben como paga por su jornada laboral.
De esos 10 mil pesos mensuales, y hay una gran cantidad de empleados y trabajadores que ganan menos, se tiene que pagar un transporte de ida y vuelta inestable, inseguro, malo y costoso dentro de la ciudad, para llegar al centro laboral. Ignora el FMI que de ese ingreso, el que lo percibe, tiene que comer algo en la calle para no perder fuerzas. Tiene que asegurarle aunque sea un pan al día a la mujer y a los hijos que quedan en la casa, comprar agua, porque el acueducto no se la garantiza y cuando la hay no es confiable para el consumo, a menos que se quieran enfermar. Muchos tienen que pagar vivienda, algo de ropa y calzado a su familia, alimentos costosos, si se enferman comprar medicamentos genéricos, y al menos una fundita de agua de 2 pesos. En fin hacerle frente a un alto costo de la vida insoportable en la República Dominicana. La mayoría de los que trabajan tienen sus cuentas en "rojo". Entonces, si modifican la azarosa tarifa eléctrica, que se calcula y se cobra junto con los largos y tediosos apagones, ¿de dónde demonios va a sacar la gran población para pagar un incremento de esa tarifa abusiva, incluso la que está vigente?.
El Estado, para asegurarle a los más débiles el acceso a un poco de electricidad ha tenido que inventarse un "bono luz"para ayudar a pagar algo del poco de energía servida. Eso, lo quiere eliminar el FMI, porque para ese organismo internacional, los pobres de los países no cuentan, y solo le interesa " cuadrar las cuentas" de la maldita macreoeconomía, que es el referente y la contabilidad de los poderosos, no del pueblo común.
El Superintendente de Electricidad, que no es más que un "imprudente" se ha lanzando al ruedo con la propuesta de que hay que unificar la tarifa eléctrica vigente, alegando que hay dos modalidades. Acaso cree que está dando alguna noticia?. Es un asunto de prudencia política. Además a ese funcionario le deben enseñar que el Estado no es una empresa privada, sino un instrumento social y administrativo para asegurarle a la población un mínimo acceso a los bienes y servicios. Gracias a Dios que por el momento, el presidente de la República " se dio cuenta", según afirmó el Administrativo José Ramón Peralta de que eso iba a afectar a los más pobres, y le salió al paso y detuvo eso hasta ahora. Estarán buscando alguna alternativa para complacer a los generadores de las chatarras que tenemos como parque energético nacional, grandes devoradoras de combustible y de las más deficientes que puede haber en operación en un mercado: chatarras al fín...
La gente está harta y cansada de las presiones económicas, no hay capacidad para cumplir con la alta nómina impositiva que tenemos, y menos podemos con una revisión hacia el alza de una tarifa de electricidad que al igual que le pasa a los consumidores, es alterada para los generadores, cada vez que por una ley de Hidrocarburos injusta, caprichosa y de libre interpretación se tiene que aumentar todas las semanas el precio de los combustibles. El Ministerio de Industria y Comercio imitando a los especuladores internacionales del mercado petrolero que elevan dólares a la canasta energética "si un insecto cae al océano", porque eso llena de "incertidumbre al mercado"; encuentra localmente un motivo para modificar hacia arriba los precios de los combustibles, originando todo este "descuadre" en la vida económica nacional.
Sería bueno que la prudencia tocara el sentido común de algunos funcionarios ligeros y cabeza caliente, imprudentes e insensatos que viven recibiendo consejos y mandatos de los organismos internacionales, en vez de fajarse a buscar alternativas políticas, se acordaran de lo que está pasando en otros países donde la gente ya no está soportando a los gobiernos abusadores. Este pueblo pacífico, tolerante, debe tener algún límite en soportar abusos, y los funcionarios torpes, provocadores y abusadores, deben saber también eso. Cuando se le arme una poblada, luego no estén llamando a negociaciones, ni buscando los aeropuertos desesperadamente.