Las pasadas elecciones municipales y autonómicas confirmaron lo que no se ha querido decir abiertamente: el PSOE, en el poder, se desmoronó como un castillo de arena; se prefiere hablar del triunfo del Partido Popular que rebasó con amplísimos márgenes a su debilitado rival y permite vaticinar un amplio triunfo de los populares, salvo sorpresa de última hora, tan esperada como poco sorprendente, 10 meses entre unas elecciones y otras es MUCHO tiempo para los inexpertos y corruptos baratos del PP.

Hoy, posiblemente, en loúnico que tiene razón el PP, ha tenido que dimitir Camps, inocente a todas luces, pero....... Así, caerá, y caerán.

Si España viviera en una relativa normalidad, sería más que posible que la profecía se cumpliera, pero se viven tiempos de corrupción asociada y nada, ni nadie, garantiza que no haya un hostigamiento electoral mucho más grande que el ya se vivido en las elecciones municipales y autonómicas. las campañas. Amenazas a votantes y hasta dinero de por medio. Si, El PSOE en una mesa de 400 votos tenía 150 "machotes" con el escapulario de interventores o que se yo. Esas visitas a casas que si no les abrían, apedreaban las ventanas. Esos robos, o cambios de votos en la misma mesa electoral ante la pasividad de la guardia civil: Por cierto un diez para el Presidente de la mesa. "No pueden votar porque todos hemos visto como les han cambiado su intención de voto, no en la puerta, en la misma mesa a pie de urna. En eso los socialistas y nacionalista son fuertes, muy fuertes; mientras que el PP solo sueña con DINERO y PODER.

La imagen del Partido Popular que, según ellos, aseguran una paz social y un crecimiento económico lento, pero ascendente. No sería a peor de las elecciones. Pero, para mi, ha llegado tarde y desproporcionado. Hoy, le ha tocado a Camps por una causa injusta. Antes de dos meses le toca al de Álava, sin lugar a dudas. Que los políticos se equivocan más como políticos que como personas es indudable, pero ya si lo hacen dos veces seguidas, su parte somática es inferior a la de un burro que nunca tropieza dos veces en la misma piedra. Digo esto, porque e llamativo que el presidente provincial del PP en Almería, Javier Aureliano, se complique y complique la vida a Javier Arenas, diputado por esta provincia y a la postre candidato con muchísimas posibilidades a la Junta de Andalucía.

Este dirigente popular ha sido capaz de gobernar DOS VECES con los de la operación Costurero que, entre otras cosas, tienen 26 juicios pendientes y otros tantos en fase de instrucción, ¿Qué necesidad tenía el PP de gobernar Zurgena con solo tres concejales? Yo no tengo la menor duda "tapar" los más de 4.000 millones de pesetas que han distraído de las arcas municipales, cuando tiene tanto interés en "tapar" la verdad, algo tiene que esconder.

No contento con esa fechoría nombra alcalde y Teniente Alcalde con ocho y cinco millones de sueldo. A cambio promete una fechoría que no le puede salir bien, "colocar al resto del PA en la diputación" y que tanto unos como otros no auditen el Ayuntamiento. Pobre entre los pobres, desconoce la Ley de las 120 firmas y, además, dicha auditoría la va a tener que pagar el partido. No contento, a una persona que ha trabajado en el Ayuntamiento durante 31 años, LA DESPIDEN, no le indemnizan y, ahora resulta, que le faltan 18 años de cotización a la Seguridad Social. Todo el mal que ha hecho esa persona es oponerse a las fechorías de la Operación Costurero. Como no estaban contentos con ese despido, hacen lo mismo con su sobrino., resulta que en 18 meses de trabajo, no tiene ni un solo día de cotización. Ya la cantidad de trabajadores que hay sin dar de alta y cobrando sueldos de miseria, ¿Para qué?

Nadie se explica el interés de este dirigente, cundo hay 10 imputados de 11 concejales. Por cierto, los tres concejales del PP son socialistas, o sea de los once concejales, nueve son socialistas. ¡anda huevos¡No estaría mal que dimitiese este político, al objeto de recuperar el prestigio del Partido Popular, además, de una acción política responsable y ejemplar que impulse la limpieza y el respeto a las reglas de nuestro Estado de derecho en todos los ámbitos de la vida pública. Al igual que lo ha hecho Camps.

Por cierto soy empleado público del Ayuntamiento, lo tienes fácil.

Cada día estoy más indignado.